Why I Now Hate Drapery

Capítulo 6: Wow, mucho James.

No debo decir mentiras.

No debo decir mentiras.

No debo decir mentiras.

Un ruido horrible. Y las lágrimas eran lo único que manchaba el papel, salvo la sangre. El niño sentado en la silla, escuálido, con los ojos verdes vivos enmarcados con vidrio y alambre. Conteniendo las lágrimas, decidido a no dejar que otra ruede por su mejilla. En una oficina de color rosa brillante, que chocaba horriblemente con el desorden sangriento de su mano.

Crujido, ese era el horrible ruido. Crujido de un sapo de color rosa.

Fue con un salto y un eco del crujido ensordecedor que sonaba en mi cabeza que me desperté. Estos sueños se estaban volviendo horribles. No podía dormir, me desvelaba más que Remus cuando no podía dormir antes de una luna. Los sueños parecían ecos, y la última vez que se lo conté a Sirius me miró como si estuviera loca. No sé por qué se lo conté, parecía que necesitaba saberlo. Ante la mirada que implicaba su pensamiento de que yo estaba loca, algo parpadeó en sus ojos. Creció una frialdad que nunca había encontrado antes. Siempre supuse que era por haber crecido con los Black, pero nunca dio un indicio de que le importara que su familia lo odiara.

Me levanté lentamente de la cama, tal vez un té me ayudaría a tranquilizarme. Decidí ir a las cocinas y cogí mi capa. Sirius nos enseñó a todos dónde estaban las cocinas durante el primer mes aquí, siempre me he preguntado cómo sabía cosas así, normalmente asumo que tiene algo que ver con su secreto que no puede contarme.

Mientras caminaba oí un murmullo en dirección a las cocinas y continué, sigilosamente. Era una conversación tranquila y me sorprendió. Eran Peter y Malfoy, no me había dado cuenta de que Peter también estaba fuera de la cama. Me acerqué de puntillas para intentar ayudar a Peter si Malfoy intentaba algo.

"¿Estás seguro, Pettigrew? No hay marcha atrás para un Gryffindor como tú. Sólo estoy cuidando de ti, eres un pequeño de primer año. Por mucho que no me gustes, no quiero verte muerto. Sólo recuerda que él sabe si mientes, siempre". Susurró Malfoy, que parecía sorprendentemente preocupado.

Peter respondió: "Sé en lo que me meto", dijo con una sorprendente mueca, "esos idiotas no sabrán quién lo hizo. Y, como has dicho soy un Gryffindor no es que me vaya a echar atrás ni nada".

Malfoy negó con la cabeza y habló en voz baja "Bueno, bienvenido, te mandaré un mensaje para vernos".

Estaba temblando. Temblando. Esta noche fue horrible. Primero el sueño, y ahora... ahora Peter. Fui a las cocinas y me puse a comer. No podía soportarlo, necesitaba hacer algo. Algo para sacarme la conversación y la pesadilla de la cabeza. Salí corriendo de las cocinas y me dirigí al único lugar donde tengo la mente despejada, el campo de quidditch. Bajé las escaleras de dos en dos y me adentré en el ventoso cielo nocturno. Abrí el cobertizo de las escobas con un silencioso alohamora y me lancé al cielo. Volé durante mucho tiempo. Me dejé llevar por el aire que corría por mi cabello. No me detuve hasta que el sol se asomó a las montañas escocesas. Finalmente decidí que era suficiente y fui a devolver la escoba que había montado.

Dejé caer mi escoba cuando vi a Dumbledore y dudé. Decidí hablar primero "Señor, lo siento, no podía dormir. Pensé en salir y volar. No lo volveré a hacer". Dumbledore parecía sorprendido de que no pusiera la cara de "juro que soy inocente".

Respondió "Está bien James, aunque la próxima vez trata de esperar hasta la mañana por si acaso te pasa algo. Me preguntaba si podía preguntarte por Sirius, en realidad". Me sorprendí, esperando que dijera algo sobre Peter en su lugar.

"Adelante señor" respondí.

"Bueno, parece muy experto y maduro, ¿no te parece?" dijo Dumbledore con una sonrisa.

"Supongo. ¿Qué tiene esto que ver conmigo?, sin ser grosero". Dije interrogativamente.

"Me preguntaba si ha mencionado algo con secretos. También me preocupa su familia". Dijo Dumbledore. No podía engañarme. Este hombre lo sabía todo sobre todos. Es imposible que no sepa lo que sea el secreto de Sirius, o que al menos tenga más idea que yo.

"Sirius nunca mencionó nada fuera de lo normal. Ahora debo irme, no quiero que los otros chicos me sorprendan fuera de la cama sin ellos". Dije corriendo con una sonrisa de satisfacción. Corrí hasta el castillo, subí a la torre y me encontré con mi guapísima Lily Evans.

"¿Alguna vez miras por dónde vas?" Preguntó cuando me di cuenta de que éramos los únicos en la sala común a esta hora. También me di cuenta de que tenía ojeras bajo los ojos hinchados.

"Vaya, Lily te ves un desastre, ¿qué ha pasado?" Dije ignorando su pregunta.

"¡Que grosero! Se que me veo un desastre, no necesitas mencionarlo" Ella dijo cruzándose de brazos.

"Lo siento, no quise decirlo de ese modo ¿quieres hablar de eso?" dije tratando de no asustarla.

"Tal vez luego James, ahora tengo que mandarle una carta a mi hermana" dijo ella.

"Okay te veo en el desayuno" dije con mi mejor sonrisa.

Cuando Lily salió de la sala común, me dirigí a los dormitorios y me senté en mi cama, y dejé escapar un suspiro que no sabía que estaba conteniendo. Vaya, acabo de tener una conversación amistosa con Lily Evans. Ella dijo que tal vez. Tengo un tal vez. Y me ha llamado James. Esa fue la primera vez que me dio una oportunidad, aunque sea remotamente, la amé. Mientras seguía pensando en el torbellino que había sido hoy, empecé a dormitar. Y luego me instalé en un sueño profundo.

Traductora:

Todo esto de los sueños de James.... No se, siento que todo esta conectado al alma de Harry o no se, me tiene en una intriga bastante alta. 

¿Que piensan ustedes?

Sin mas que decir, nos vemos en el próximo capítulo.

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Rose.