Entre libros y una Cama

En la mesa

Olivia me encierra, incluso le da seguro a la puerta.

-- qué crees que estás haciendo? Ya déjame salir

O: no me da la gana de hacerlo, aparte tu yo tenemos una conversación pendiente.

-- entre usted y yo no hay nada pendiente.
O: si la hay cariño, acaso olvidas que me engañaste, que te hiciste pasar por carmilla y te acostaste conmigo lo que tanto querías, no es así?
Yo me quedo en total silencio.
O: no es así?

-- tómalo como quieras, yo solo estaba haciendo mi trabajo.

Yo me recuesto en la mesa de brazos cruzados y decido seguirle el juego.

-- no se queje, aparte la pasó muy bien, o no?

O: esa fue la única manera en la que pudiste tenerme en la cama porque si lo hubieras intentado como Marilyn no creo que hubieses tenido el mismo excito.

-- la otra vez usted me beso como Marilyn y anoche me pidió que la follara como Marilyn, así que usted se contradice.

O: había olvidado esos insignificantes sucesos.
-- insignificantes? Se equivoca.
O: muéstrame que no fueron insignificantes.
Yo la pongo donde antes estaba yo pero la hago sentar sobre la mesa y me posiciono entre sus piernas, ella intenta besarme pero yo evado sus labios y voy directo a su cuello, doy besos en su cuello, ella me toma del pelo.

O: yo quiero que me beses y eso vas a hacer.
Ella intenta hacer que la bese a los labios pero yo me reuso, debe aprender que ciertas cosas no son como ella quiere, y ahora las cosas se hacen a mi manera, ella parece entender que no tengo intenciones de seguirle la orden y me suelta, yo le aprieto las piernas, subo mis manos y empiezo a desbotonar su camisa, voy besando su pecho, ella echa su cabeza hacia atrás y cierra sus ojos, se digna solo a disfrutar, voy bajando lentamente y encuentro el botón de su pantalón, lentamente le bajó un poco el pantalón, no lleva ropa interior, vaya, interesante, me pongo de rodillas y empiezo a disfrutar del manjar que hay entre su entrepierna, ella mueve sus caderas, la mesa se mueve un poco, yo sigo, el salón donde minutos antes estaba dando clases muy seriamente ahora está inundado de sus gemidos, siento que allí viene lo que trabajé, la dejo venirse, y me acomodo el cabello.

-- hoy amanecí a que todo se haga a mi manera.
Me pongo de pie y me marcho, con una sonrisa maliciosa en mis labios, logré lo que quería.