Venganza

1.8K 132 13
                                    

Bien supongo que mi cuerpo puede aguantar un último cliente más.

- pasa, haré una excepción.
O: no haces una excepción, es tu trabajo recibirme.

Yo solo respiro profundo y me ahorro las palabras.
- bien, siéntese donde desee, en el sillón o la cama.

O: prefiero en la cama.

Percibo que ella está tomada de nuevo , pero hoy más que ayer.
Pongo la música y empiezo a bailar, ella se pone de pie y apaga el parlante.

O: déjate de bailes, y follame, hazlo como nunca se lo has hecho a tus malditos clientes, solo para mí.
Ella trae una falda, se sienta al borde de la cama, se sube la falda  y abre las piernas. - haz lo que desees pero llévame al cielo, enséñame el porque los hombres las prefieren jóvenes y putas.

Ya no la soporto, está hablando por los tragos que trae en la cabeza.

- mire señora elegante y guapa, usted paga, pero una vez que usted entre aquí las cosas se hacen a mi manera, y si yo quiero bailar bailo, y si la quiero follar lo hago, nadie me dice  como hacer las cosas, quiere que le enseñe porque los hombres las prefieren jóvenes y putas, entonces cierre la boca y déjese provocar a mi antojo.

Yo vuelvo a encender el parlante, muevo mi cuerpo de manera muy sutil y sensual, la veo removerse en la cama, morder su labio, está ansiosa, quiere que todo acabe pronto, pero no sé la voy a dejar tan fácil.
Me siento a horcajadas sobre sus piernas, y empiezo a mi mover mis caderas, está vez no pongo condiciones, ella tiene sus manos agarrando muy sutil mis caderas, poco a poco su agarre se hace más fuerte, al ritmo de la música viene un movimiento de caderas algo atrevido, pero ella me sostiene más fuerte y no me permite hacer ese movimiento, sus ojos me miran suplicantes, quiere mi atención, no me puedo resistir así que la beso, es un beso tan ardiente, mi lengua no pide permiso para entrar, ella no lo reprocha, jugamos con nuestras lenguas, bruscamente la recuesto sobre la cama, mi cuerpo está encima del suyo, le pongo mi mano sobre su cuello y hago algo de presión, sin lastimarla ni nada, ella puede respirar muy bien, de lo contrario creo que lo disfruta, trata de levantarse pero con mi mano en su cuello la vuelvo a aprisionar contra la cama, ella sonríe, empiezo a besar su cuello lentamente, desbotono su camisa por completo, tal como lo imaginé, su cuerpo es precioso, sus senos perfectos, su brazier de encaje negro le queda perfecto, yo me quedo admirandola por unos segundos, su mirada parece notar que la estoy observando demasiado.

O: yo...
Trata de levantarse de nuevo, pero yo de nuevo pongo mi mano sobre cuello y la empotró hacia la cama.
- solo aprecio lo que voy a disfrutar.

Beso su abdomen, su respiración era irregular, se notaba sus nervios, ella no sabía que hacer, así que lo único que hizo fue quedarse quieta y cerrar los ojos, sus jadeos poco a poco salían, llegó a su falda, subo mis manos por sus muslos y encuentro sus bragas, se las quitó y ella me vuelve a mirar un poco nerviosa, beso sus muslos ella trata de cerrar sus piernas inconscientemente, pero yo se las tomo fuerte para que no vuelvan a hacerlo, con mi lengua saboreo toda su piel y la rosada montaña que se asoma entre sus piernas, las abro un poco más y doy un lenguetazo, ella gime fuerte, ya está muy excitada, ella aprieta sus labios y de nuevo cierra los ojos, de nuevo vuelvo a pasar mi lengua y ella reacciona igual, ahora lo hago mas rápido y succionando, ella está gimiendo, sus caderas tomaron vida, su mano llevaba mi cabeza más adentro, pero salgo de esa área y voy a sus senos, los descubro y son hermosos, ella es tan perfecta, los succionó, los gemidos que emanan de su garganta son realmente excitantes, tomo una de mis manos y separó algunos de mis dedos y los llevo a su boca, ella lo piensa pero luego se los lleva a la boca sin ningún pudor, mientras los chupa me mira, su mirada es muy cachonda, que mujer está.
Llevo mis dedos a dentro de ella, sus paredes calientes son una adicción ella vuelve a gemir, cierra los ojos y disfruta, pero yo quiero que me mire.

- mírame.

Ella obedece, me mira mientras mis dedos salen y entran en ella.
O: besame, besame, ahhh

Ella ahoga sus gemidos en mi boca, los siguiente que hace es pegar su boca en  mi oído, me gime al oído, sus gemidos de voz madura son muy excitantes, está apunto de correrse así que bajo de nuevo y incluyo mi lengua, ella se corre, sus caderas paran, pero yo sigo, y ella no le queda de otra que seguir, de nuevo se enciende, sus caderas vuelven al Vaivén y se corre, la veo muy exhausta, pero no me ha pedido que pare así que sigo, ella gime como loca, su mano ya no me empuja a su centro, me quiere sacar.

O: ya, no puedo más, ya para por favor, ahh.
Yo hago que no escucho nada.
O: por favor te lo suplico, voy a enloquecer como sigas allí, es demasiado, para ahh

Yo decido parar.
Al sacar mis dedos ella da el último gemido.

O: querías matarme de placer?
- pediste que te enseñará porque los hombres preferían a las jóvenes y putas.
O: eso fue exquisito.
Ella se queda a mi lado recuperando el aliento.
O: gracias...

Entre libros y una CamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora