Kobeni recién se se estaba despertando, y como era de esperar, ella estaba pensando en suicidarse.
O eso debería de ser lo normal, ya que justo ahora, ese pensamiento que era continuó no apareció.
En su lugar fue remplazado por un pensamiento más normal que de costumbre.
"Que es lo que vamos a comer hoy?"
Si, ese fue su pensamiento.
Habían pasado dos días desde lo ocurrido con aquél demonio que enfrentaron y ella podía decir que se sentía más relajada.
Pese a seguir recordando que mató a alguien, ese sentimiento ya no la carcomia puesto que sabía que era necesario lo que hizo.
Era un mundo habitado por demonios y humanos, y solo una podía existir.
Eso fue lo que le dijo denji mientras se terminaba el último pedazo de PAN integral que habia.
Y curiosamente eso sirvió para poder aliviar su dolor y angustia.
Las acciones que hacían contra los demonios eran por un bien mayor, así que no debía de preocuparse de eso.
Después de todo, o eran ellos o los humanos.
Así que ya teniendo ese tema resuelto de momento, ella decidió que lo mejor que podía a hacer era ir de compras ya que por fin le habian pagado.
Aunque tuve que enviarle dinero a sus padres como ya era costumbre.
Pero en esta ocasión, el dinero le sobró puesto que ella colaboró en eliminar al demonio, así que le dieron un bono extra por eso.
Al parecer estaba estipulado en el contrato, aunque ella no lo sabía hasta que Makima se lo dijo.
Era un beneficio bastante extraño pero no se quejaba.
De hecho, la paga fue bastante buena que incluso ella estaba emocionada, puesto que jamás tuvo tanto dinero para ella misma.
Aunque la realidad era que denji le había dado un poco de su dinero a ella para que así se pudiera comprar comida que fuera de su gusto.
El no necesitaba tanto el dinero ya que estaba de mantenido.
Como luz y agua potable gratis, y por si fuera poco, con comida incluida.
Así que se podría decir que ambos la estaban llevando bien.
Kobeni observó a denji y se percató que este estaba durmiendo plácidamente en su cama mientras babeaba toda su almohada.
Ya ni le molestaba esto, simplemente lo dejó pasar.
Aunque debía de admitir que se sentía agradable la compañia de denji.
Gracias a él, ya no se sentía sola.
Así que después de levantar su cobija y ver si aún mantenía su pijama, cosa que así era, se levantó de la cama y luego fue a buscar su ropa para salir.
Le tomó poco tiempo a decir verdad ya que no solía arreglarse mucho, más que lo necesario para no parecer una total vaga.
Al estar lista, ella iba a salir de la habitación, sino fuera porque sintió como denji se levantó de golpe y se puso enfrente de ella.
- a donde? -
- eh?... Yo... Voy a ir a comprar comida. -
- y pensabas irte sin tu fiel secuas? -
- estabas durmiendo... Así que no quise molestarte. -
- ja, estas demente? Es muy peligroso que vayas tu sola por ahí, y es mi deber de protegerte siempre, asi que te acompaño. -