Denji se encontraba sentado en el sofá mientras esperaba a que le sirvieran de comer.
La mesa estaba totalmente repleta de gente que no conocía, pero a que tampoco le importaba conocer.
El estaba feliz porque iba a comer gratis y porque iba a pasar su primera Navidad con su novia.
Y eso lo puso a reflexionar.
Fue hace algunos meses atrás que el se encontraba solo junto con pochita batallando para sobrevivir y pagar la deuda de su padre.
Y ahora el tenía un hogar, algunos amigos, una novia, un trabajo estable dentro de lo que cabe, etc.
Todo iba de maravilla en su vida por así decirlo, ya que lo único malo que le sucedió fue la pérdida de su fiel amigo, aunque al menos tenía el consuelo de que el vivía en su corazón.
Literalmente.
Así que no podía estar molesto con la vida.
Tal vez en un principio todo fue muy duro e incluso hubieron ocasiones en las que estuvo dispuesto a rendirse.
Pero gracias a su notable fuerza de voluntad que el siguió luchando, y ahora está era su recompensa.
Para muchos no sería la gran cosa, pero para el, eso lo era todo.
- Denji, aquí está tu comida. -
- que es? -
- Es pavo junto con puré de papa y algo de ensalada. -
- Dios, un completo manjar. -
- y también hay pan de rodaja. -
- jaja, la mejor Navidad de todas. - dijo el rubio el cual empezó a comer sin reparo alguno. -
Kobeni solo pudo sonreír ante esto ya que le parecía increíble como su novio cambiaba de ánimo solo con ver algo de comida.
Aunque ella era algo similar ya que también disfrutaba mucho de las comidas deliciosas.
Fue así que ella también se fue a servir su plato de comida y luego fue directo al sofa para acompañar a Denji.
Desde ahí, ella podía observar la mesa en la cual estaban la mayoría de sus hermanos junto a sus amigos platicando animadamente.
Sus padres también invitaron a varios allegados a ellos y una que otra persona que no conocía ella.
En otras circunstancias ella hubiera estado algo decaída al ser la única que no conviviria con nadie, pero ahora era diferente.
Denji no sólo era su novio, sino que también era su mejor amigo, por lo que estar ahí con el, comiendo y platicando era sumamente agradable.
Incluso su nerviosismo no salió a relucir tanto.
Se sentía bastante cómoda por lo que ahora sólo quedaba festejar.
- tú hermana mayor ya no vino. -
- ella llamó. Le dijo a mi papá que Navidad lo pasaría con la familia de su esposo, ya para año nuevo lo pasaría aquí con ellos. -
- ya veo, supongo que no la voy a poder conocer entonces. -
- la querias conocer? -
- así es, quería que te diera más ropa ya que todo lo que ella te regala, te queda muy bien. -
- bueno... Eso es verdad, mi hermana tiene un buen sentido de la moda. -
- aunque todo lo que usas tú te luce de maravilla, como aquella lencería que... -