No lo lograron, jajajajaja.
________________________________
Kobeni estaba recién despertando, y lo primero que vio fue el pectoral de su mejor amigo.
Ella estaba siendo envuelta en un cálido abrazo por el, cosa que ella agradecía puesto que en verdad lo necesitaba.
Los actos cometidos el día anterior la atormentaron por el resto de la noche, y hubiera sido aún peor si denji no hubiera estado con ella.
Sabía que por mucho que estuviera mal lo que hizo, fue por un bien mayor.
Su amigo estaba a salvo, y por muy egoísta que fuera, debía de admitir en silencio que estaba feliz porque el estuviera bien.
No pensaba en nadie más que no fuera Denji dentro de la seguridad pública.
El habia actuado tanto por ella que ahora era imposible sacarlo de su vida.
Se convirtió en su confidente, en su mejor amigo, en su colega, en su compañero de aventura y entre muchas cosas que ella no podía procesar en ese instante.
Es por eso que este momento junto con el la ayudaba a sentirse reconfortada.
Seguramente no pueda olvidar nunca lo que hizo, pero sabia que mientras Denji este a su lado, podrá sobrellevar las cosas que la acomplejan.
Es por eso que después de otro rato en donde lo estuviera abrazando, ella se separó de el y luego levantó su cobija para ver si mantenía su ropa puesta y para su alivio, así fue.
No se había cambiado, ella solo se acostó y se durmió con su ropa de trabajo, así que se sentía muy sucia puesto que esta estaba manchada con algunas gotas de sangre que no creía que se fueran a quitar de su camisa.
Eso la decepcióno ya que no sólo debía de pagar por su puerta rota y por la ventana que también estaba rota, sino que ahora debía de pagar por un nuevo uniforme.
Y todo estaba curiosamente relacionado con Denji.
Un Denji el cual, al no sentir a kobeni a su lado, se levantó de inmediato, cosa que asustó a la peli-cafe por el arrebato de su amigo.
- Kobeni-chan... Estas bien? -
- ehm... Si? Creo. -
- segura? Como te sientes?-
- ya me encuentro un poco mejor... Gracias por preocuparte.-
- maldición, si tan sólo hubiera Estado contigo... Jamás te hubieras manchado las manos, lo siento de verdad. -
- descuida, sabes que para este trabajo nunca se sabe que es lo que pasará. -
- si... Pero yo me prometi nunca separarme de ti, y no cumpli con mi promesa, y todo por culpa de la puta de Makima, en serio odio a esa perra de grandes tetas. -