❝ ᴄʀᴜsʜᴇs... ❞ | ᵏᵉⁿᵐᵃ ᵏᵒᶻᵘᵐᵉ ˣ ˡᵉᶜᵗᵒʳᵃ

˚₊·͟͟͟͟͟͟͞͞͞͞͞͞➳❥ 18

Kenma frunció el ceño, levantando su mano para llevarla a su cabello y esconder tras su oreja el mechón rebelde que siempre le estorbaba. Chasqueó la lengua cuando, al ver de nuevo la pantalla de la consola manual, un gran cartel de «perdiste» se hizo presente.

Su cabello, la mayoría del tiempo, le era molesto. Sin embargo, no se lo cortaría nunca porque si alguna vez lo hiciera probablemente no podría soportar la ansiedad de tener su campo de visión tan amplio.

Soltó un suspiro y decidió volver a intentar el nivel, solo para fallar nuevamente cuando su cabello volvió a interponerse; pero, antes de poder mover ese molesto mechón, sintió unas manos sujetar su cabello y atarlo. Rápidamente elevó la mirada, encontrándose contigo. Le sonreíste amable mientras te separabas de él para darle su espacio.

—Si que le molesta perder, eh. —comentaste y Kenma asintió, soltando un bufido— Bueno, ya no tiene que preocuparse por su cabello. Le doy mi scrunchie, tómelo como un acto de agradecimiento.

—¿Agradecimiento?

—Por darme el oso de peluche. —dijiste y él asintió suavemente a modo de comprensión— Bien, entonces.. Nos vemos en el entrenamiento de esta tarde, Kenma-san.

Y te diste media vuelta, dispuesta a volver con tu pequeño grupo de amigas.

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—¿De qué estás hablando? —miraste boquiabierta a Kazuo, quien te dio una mirada confusa antes de volver a ver a Kenma.

—Antes, darle tu scrunchie a alguien era declararse, así que.. En otras palabras, te declaraste a Kenma indirectamente. —tu hermano se alzó de hombros y tu boca se abrió aún más. Tus ojos se agrandaron y tu pulso aumentó considerablemente, ¿Te habías declarado? No podía ser.

—No, espera, yo... No sabía eso, ¿Todavía cuenta?

—¿Uh? ¿Por qué estás tan pálida? ¿No ibas a declararte de todas formas?

—¡Sí, pero-...! Uhg... —sacudiste tu cabello un poco desesperada— Hubieron cambios de planes porque a Kenma-san le gusta alguien más.

—¿Qué?

—Sí, sí, me lo dijo en San Valentín. —continuaste— Y por mucho que él me guste quisiera que fuera feliz con quien quiere, incluso si no soy yo. Pero si ella ve ese scrunchie tal vez piense que Kenma ya tiene pareja, ¡No puedo permitirlo!

Kazuo se golpeó la cara. No podía creer lo que estaba escuchando salir de tus labios; en serio, ¿Qué clase de síndrome tenían los enamorados que son tan ciegos?

—Ya, vale, ¿Y qué pensas hacer?

—Uh... ¿Quitarle.. El scrunchie?

—¿Es afirmación o pregunta?

—Cállate, ya me las ingeniaré para quitárselo.

El joven soltó un suspiro, cruzando sus brazos sobre su pecho y negando con la cabeza con resignación.

—Haz lo que quieras. —musitó, alzando sus hombros con desdén.

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Probablemente era la primera vez que Kuroo veía a Kenma con el cabello atado por tanto tiempo y eso, claramente, le llamó la atención. Mirando en dirección al de cabellera teñida, el pelinegro sonrió cuando notó aquel familiar scrunchie de donitas.

Era tuyo, de eso estaba seguro.

—Así que Kenma.. —Kuroo habló acercándose al nombrado que levantó la vista por un microsegundo antes de volver a ver la pantalla de su teléfono— ¿Ese scrunchie es tuyo? Creo que es la primera vez que lo veo.

—¿Mm? No es mío, es de _______. —respondió tranquilamente el chico— Me lo dio cuando mi cabello comenzó a molestarme.

—Aah, ya veo. ¿Entonces se declaró a ti?

—¿Qué? —los ojos de Kenma se abrieron con perplejidad, alzando la vista hacia Kuroo que ya lo veía desde antes.

—Sí, ¿No lo sabías? Antes, dar un scrunchie era señal de que te gusta esa persona.

—... No lo sabía. —negó el joven— Pero no creo que ella me lo haya dado con esa intención.

—¿Por qué lo dices?

—Porque ella.. Me dijo que le gusta alguien más.

Kuroo abrió los ojos, acomodándose a un costado de su amigo, queriendo saber lo qué ocurrió con lujo de detalles.

—¿Eso te dijo?

—Sí, uh.. Esa fue la razón por la que se alejó del equipo. —Kenma rascó su nuca antes de suspirar— Ella... Es un poco tonta, ¿Verdad?

—Kenma.. ¿No crees que ella tal vez gusta de ti?

—¿Por qué gustaría de alguien como yo? Quizás gusta de Lev o Yaku, son más su tipo.

—Si tú lo dices. —Kuroo suspiró, mirando sobre el hombro de su amigo el juego en la pantalla de su teléfono. Tetsuro se incorporó antes de sacudir el cabello de Kenma quien le dio una mirada molesta— Pero, no lo sé.. Tal vez alguien como tú sea más su tipo.

Kozume permaneció en silencio viendo como Kuroo se alejaba, volvió a ver su teléfono y frunció un poco el ceño.

—... No lo creo.