Capítulo 3

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Me levante con dolor de espalda porque dormí en el suelo frío

Fui al baño y me lave la cara, suspiré auto-compadeciendo mi pobre rostro que era mas pálido que un muerto de cien años

Mire mi reloj y comencé a cambiarme para ir a mi primer día de escuela

Busque en mi maleta que usar. me puse una falda tableada blanca y una top blanco con un suéter lila
Se que es demasiado simple pero en mi defensa ya no sabia que ponerme.

Guarde todo lo necesario en mi mochila

Incluyendo un libro escrito por mi

Wow eso sonó con demasiada arrogancia....

salí de mi habitación junto con un gran bostezo de cansancio, baje y vi a mi padre durmiendo en la sala

Debe estar cansado, trabajo toda la noche en su estudio....

Preferí no molestarlo ya que estaba demasiado agotado por su nuevo trabajo así que me fui caminando a la escuela, además es bueno hacer ejercicio por la mañana.

desde que era niña pensaba que el mundo podía dibujarse de la manera que uno quisiera y de alguna manera literaria es verdad , estaba perdida en esos pensamientos mientras Caminaba por la carretera boscosa

Se veía como el inicio de una película de terror

Eso es fascinante!

Llegue a la escuela y se veía tal y como la recordaba, los estudiantes divididos en grupos

Populares, deportivos, porristas, reinas de graduación, marginados y un grupo en peculiar que nunca había visto así que los nombre

Los que se creen irresistibles

Apenas pase por su lado percibí una mirada de alguno de los 3, uno era de cabello rubio y otro de cabello rojo pero el otro estaba oculto por una subadera, no logre distinguirlo así que me rendí y entre a la escuela en busca de mi salón

Como puede ser que mi salón este al otro lado de la escuela?!

Suspiré y camine lo más rápido que pude hasta llegar a mi salón apreté los nudillos y toque suavemente la puerta

— pase — dijo el profesor y apenas me vio me dio una sonrisa

Era alto y delgado, ojos color miel que eran ocultada por lentes, cabello castaño y una tez blanca. Llevaba una camisa blanca ajustada y unos pantalones negros de vestir, se veía de unos veinticuatro o veinticinco

Era guapo a decir verdad

— oh señorita slowell pase por favor — yo asentí y entre tímidamente a mi salón

No se si es casualidad o mala suerte pero los tres chicos que se creían irresistibles estaban en mi salón

— chicos saluden a su nueva compañera, ella es audrey slowell así que tratenla bien — dijo y todos asintieron cuando el me miró para luego posar una mano en mi hombro — bien entonces siéntate junto a desmond — dijo algo disgustado y me miró con tristeza, abrí los ojos de par en par al verlo quitarse un poco la capucha y sonreír mientras movía su mano para que me acercara

Porque de todas las personas debía sentarme con desmond — con esa sonrisa irritantemente encantadora — esos ojos azules

Asentí al profesor que me sonrio y me dirigí a mi escritorio donde lamentablemente debía sentarme y el se acomodo

— vaya, vaya, que tenemos aquí la chica de papi — susurro y entrecerre los ojos

— si no quieres que te cierre la boca de una manera nada agradable es que mejor que te calles — amenace y el sonrio

— además de atrevida y desobediente, maleducada — balbuceo fijando su vista al frente

— lo que sea — murmure, estaba sacando mi libro cuando sentí su mano posarse en mi muslo tan descaradamente — que haces? — pregunte ocultando mis nervios

— tocando lo que quiero que me pertenezca — abrí los ojos de par en par y el miró hacia el frente sin quitar su mano de mi muslo con una sonrisa en su rostro

— porque piensas que puedes tocarme a tu antojo? — dije tratando de quitar su mano pero fue imposible hacerlo

— escucha, si quiero algo no descanso hasta conseguirlo y lo que deseo es que tu cuerpo sea solo para mi — susurro con voz gruesa

— solo fumamos juntos una vez y ya te crees dueño de mi cuerpo, por favor madura niño de callejón — dije mirando hacia el frente

El sonrio negando con la cabeza. Durante toda la maldita clase el no fue capaz de quitar su mano de mi muslo

Finalmente la campana sonó y traté de levantarme pero el apretó mi muslo

— a donde crees que vas? — preguntó en tono desafiante

— lejos de ti por supuesto — dije con una sonrisa

— señorita slowell necesito hablar con usted — dijo el profesor y me levante

— hasta pronto niño de callejón — susurre quitando bruscamente su mano pero el me agarro de la muñeca

— para que quiere hablar con ella? — preguntó algo molesto

— necesito arreglar su horario de clases al igual que entregarle su temario — informo el profesor — aunque no entiendo porque debo explicarle las cosas a usted — dijo de forma inocente cruzandose los brazos

— solo curiosidad — murmuró antes de soltarme delicadamente

Me soltó suavemente?

— ahora señorita slowell sigame — dijo y yo lo seguí — venga vamos a la enfermería — yo volte a mirarlo pero no pude hacer mas que solo seguirlo

Llegamos a la enfermería pero no había nadie.

— siéntese, voy por algo espéreme — yo me limite a asentir y sentarme a mirar los alrededores

Era un lugar un poco pequeño pero es acogedor, no tardó en aparecer con un botiquín

Se arrodilló y levantó un poco mi falda que estaba algo morada

— ya lo suponía — murmuró y puso  hielo sobre mi pierna — porque le permite que te toque así? — pregunto

— yo le di paso — musite y el me miró con tristeza — porque me mira así? — pregunte — de verdad me ve tan débil? — pregunté levantandome de la camilla — profesor, recuerde que usted no es un alumno que pueda cortejar a una chica — asegure y el bajo la cabeza

— solo me preocupo por usted señorita slowell — murmuró

— si el me mata no es problema suyo, de todas maneras yo puedo arreglarmelas sola — dije saliendo de la enfermería

Estaba harta que de todos me vieran como una liebre que no sabe mas que solo temblar

Soy mas fuerte de lo que piensan que me molesta realmente me molesta....

LA VEZ QUE EL CAZADOR SE ENAMORO DE SU PRESA || +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora