Con el sol del mediodía concentrado y caliente, padre e hijo se encontraban en una cancha de fútbol de la localidad. La cancha medía lo normal, cien metros planos. La primera prueba sería medir la velocidad que tendría Jay ahora.
-Bueno, debido a que tus músculos aumentaron considerablemente después de tu coma, es hora de verificar si tienes fuerza en esa masa. Mediré tu tiempo corriendo, así sabré si te puedes mover con ese peso.
-Sí. Vamos a averiguarlo.Cuando el dr. Hopkins dio la señal, Jay partió. Al principio su velocidad era neutral. Una velocidad normal para un chico de diecisiete años con cuerpo delgado. Tardó treinta y siete segundos en llegar al otro lado.
-¡Estás lento! -gritó su padre. -¡Creo que puedes hacer más que eso!
Jay repitió la prueba varias veces, notando el aumento de velocidad que tenía. Luego de varias carreras, su récord fue de veinticuatro segundos. Dos horas después, su récord fue de diecisiete segundos. Más tarde, su velocidad se convirtió en algo más allá de la imaginación, llevando su cuerpo al límite y corriendo 100 metros en tan solo doce segundos. De allí no bajó más. Pero no todo acabó allí. Las distintas pruebas para Jay llevarían su cuerpo al límite, con intención de probar si su nuevo cuerpo se había adaptado a los peligros que los humanos enfrentan día a día.
-Vamos, ¡Sólo salta! -gritaba el dr. Hopkins, tratando de convencer a Jay de que saltara desde una torre de agua de unos treinta metros de altura.
-¡Ni loco! ¡Moriré!
-¡Ya saltaste de un árbol de cinco metros y no te pasó nada! ¡Las pulgas pueden resistir grandes caídas! ¡Total, no pesan nada!
-¡Pero yo peso setenta kilogramos y no soy una pulga!Al final de la discusión, Jay decidió saltar, cayendo súbitamente al suelo sin oportunidad de caer de pie y golpeando su cabeza duramente contra el asfalto. Su padre pensó que había muerto, pero su preocupación se convirtió en felicidad cuando vio el asfalto roto, y la cara de su hijo sana y salva.
-¿Estás bien? -le preguntó.
-Sí... yo... no sentí dolor... -dijo extrañado.Tras esa curiosa declaración, el dr. Hopkins procedió a experimentar acerca de lo que Jay siente o no. Las pruebas empezaron con golpes de correa que Jay sintió como palmaditas en la espalda. Luego de eso, Jay fue golpeado por su padre usando guantes de boxeo. La prueba final, fueron unos batazos con un bate de hierro profesional de beisbol. Ninguno de estos golpes creó contusión alguna, moretón o provocó dolor alguno en Jay, quien ahora gozaba de una llamativa musculatura; y tras las investigaciones apropiadas, se descubrió que la musculatura de Jay no era sólo músculo. Era en realidad un aumento en el grosor de la piel, provocando una capa más fuerte de dermis que permitía a Jay soportar grandes cantidades de golpes. Aunque las conclusiones aún no estaban listas, las pruebas siguieron durante tres semanas; tres semanas en las que Jay fue capaz de levantar pesas de 300 kg sin mucho esfuerzo, en las cuales Jay pudo superar su record en los 100 metros a 5,24 segundos, siendo como Usain Bolt, el hombre más veloz del mundo. Claro que, Jay demostraba una velocidad sobrenatural.
Todo esto vino acompañado con un aumento y afinidad de los cinco sentidos. Jay podía leer el periódico a 30 metros de distancia, podía oler la comida a 1 km. Podía escuchar a una persona hablar a 100 metros de distancia. Podía saborear la comida más detalladamente y era capaz de sentir las vibraciones en el suelo y paredes, cosa que también le ayudó mejorar sus reflejos, convirtiéndose en un hombre verdaderamente intocable. Sin duda, Jay ya no era un simple humano.
Jay ganó la habilidad de trepar por las paredes, gracias a unos micro vellos que tenía en sus manos y pies que le permitían adherirse a superficies verticales de cualquier material.
-Eres todo un súper héroe. -mencionó su padre.
-No me pondré un traje ridículo y combatiré contra el crimen. No pasará.Al final, Jay adquirió un montón de habilidades nuevas e inhumanas que lo convirtieron en algo más que un hombre. La conclusión final del Dr. Leonard Hopkins es la siguiente:
1-Al tener un código genético mezclado con el de una pulga, el sujeto ha adquirido habilidades propias de este animal.
2-El sujeto tiene una piel más gruesa y resistente que la del humano promedio, similar al exoesqueleto que los artrópodos poseen. Es decir, un esqueleto por fuera, una capa dura que lo protege de daños exteriores, haciendo al sujeto muy resistente a cualquier tipo de daño.
3-El sujeto tiene una velocidad aumentada debido a su musculatura mejorada. Su flexibilidad es notable. Su fuerza es sorprendente, tanto de arrastre, como de empuje y levantamiento. Resiste caídas altas, sus reflejos son mejorados y sus ojos pasaron de ser color café a color verde.
4-El sujeto puede saltar hasta 30 metros de altura, tal cual una pulga puede saltar 30 veces su tamaño.
5-El sujeto puede aguantar la respiración durante tiempo prolongado.
6-Ha adquirido visión nocturna. Cinco sentidos al excelente.
7-Puede trepar por las paredes gracias a unos micros vellos en sus manos y pies.
8-Aumento del mesencéfalo, parte del cerebro encargada también de realizar buena parte de las funciones básicas de supervivencia.
9-Esperando más diagnósticos...
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El Hombre Pulga
Science FictionCuando la esperanza de una vida mejor y la ambición por el éxito se juntan, se pueden tomar decisiones que acarreen consecuencias desastrosas. Cuando somos guiados por las emociones y no damos espacio a la razón, los acontecimientos negativos de la...