Mucho terror sintieron el señor y la señora Hopkins al observar el diagnóstico que mostraba el monitor. El código genético de Jay se veía cada vez más diferente. Jay parecía humano, pero su código genético casi no parecía humano. Eso explicaba muchas cosas que le estaban sucediendo, y tal vez explicaría por qué se levantaba de noche a matar animales. La hipótesis del dr. Hopkins fue la siguiente, la cual dió cuando Jay llegó a casa al mediodía:
-Jay... estás experimentando ataques de ansiedad, producto de choques hormonales que son consecuencia de tu nuevo y acelerado metabolismo. La espina que te salió en la muñeca tal vez sea indicio de una futura metamorfosis, tu ADN casi se divide a la mitad y el progreso es terrorífico. También tiene que ver con la razón por la cual te levantas de noche a atacar animales; y es debido a que tu cerebro esta en descanso y se activa tu instinto primitivo, impulsado por tu parte animal. Los ataques de ira que experimentas son propios de este degeneramiento del ADN y los cambios hormonales. No sé qué más decir, hijo...
-Dices que... ¿Me voy a convertir en una pulga? -preguntó Jay con desesperación.
-Eso no lo sé. Lo supongo nada más.
-Tienes que inventar algo para ayudarlo. -dijo su madre preocupada.
-Si algo es seguro, es que tendrás que lidiar con esto hasta que invente una cura o algo.
-Espero lo hagas rápido, papá.Pasaron los últimos días antes de la gran presentación del invento del Dr. Hopkins. Jay experimentaba sus ataques regulares, producto de sus problemas hormonales. Aunque, por pocos días, se calmó.
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El Hombre Pulga
Science FictionCuando la esperanza de una vida mejor y la ambición por el éxito se juntan, se pueden tomar decisiones que acarreen consecuencias desastrosas. Cuando somos guiados por las emociones y no damos espacio a la razón, los acontecimientos negativos de la...