Sofía ya no es una niña pequeña, ya ha crecido y es una joven hermosa, alegre y de buen, luego de que las circunstancias y el tiempo les separasen Sofía se reencuentra con su viejo amigo y ex hechicero real el Señor Cedric, y aunque nada parece hab...
Sofia se quedó perpleja, no podía creer lo que sus ojos veían. La silueta de un hombre de cabellos oscuros con mechones blancos se encontraba dentro del espejo sentada de espaldas a ella, tocando una triste melodía con algo que parecía ser una armónica.
¿Señor Cedric es usted?- dijo Sofia anonadada aproximándose hacia el espejo.
- ¿Princesa Sofía? Preguntó una voz que conocía perfectamente, el hombre de puso de pie y se dio vuelta para observar con asombro a la princesa que había dicho su nombre.- ¿Realmente eres tú?
Sofia quedó paralizada, no podía creerlo, realmente era el, era el señor Cedric, estaba de pie en el espejo frente a ella, luciendo su típica túnica color púrpura de hechicero, con el cabello un poco despeinado, su rostro parecía no haber cambiado, lucía tal como la última vez que lo había visto, su mirada reflejaba una dulce esperanza.
Al detallarlo mejor Sofía notó que el hechicero tenía un poco abiertos su ropajes dejando ver por debajo de estos su musculoso pecho, como si hubiese ejercitando durante todo ese tiempo, además parecía no haber envejecido nada, por el contrario, lucía como si hubiese bebido un vigorizante sorbo de la fuente de la juventud, y sus ojos oscuros la miraban con una profunda alegría. ¿Como es que había sobrevivido tanto tiempo? Eso no lo sabía, tenía muchas preguntas, pero claramente no era un buen momento para hacerlas.
-Así es soy yo- respondió la joven- Oh señor Cedric estoy tan feliz de encontrarlo, dígame cómo puedo sacarle de allí.
-Finalmente me encontró princesa- dijo con alivio el hechicero- creo tener una idea de cómo salir- dijo mirando el suelo pensativo antes de mirar a la princesa a los ojos una vez más- de acuerdo princesa tome mi varita que está en aquella mesa de allá, en la página de aquel libro color azul hay un hechizo que puede liberarme de aqui...
Sofia siguió al pie de la letra las instrucciones del hechicero y en poco tiempo pudo liberarle de su prision de hielo
-Señor Cedric- dijo la princesa abrazando fuertemente al hechicero, que aunque estaba sorprendido por el súbito gesto, no dudó en conresponderlo.- princesa Sofía- susurró este.
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Ambos se fundieron en un cálido abrazo que duró unos cuantos segundos.
- No puedo creer que está vivo- dijo por fin Sofia alejándose un poco de él, dándose cuenta de lo cerca que se hallaban.
- Asi es princesa, y veo que usted ha crecido en tamaño y en belleza- dijo Cedric sin poder evitar mirar con disimulo de arriba a abajo la esbelta figura de la joven princesa que destacaba perfectamente con la ajustada ropa que llevaba puesta- No se cómo expresarle mi más profundo agradecimiento- dijo cortésmente mirándola de nuevo e inclinándose para en un delicado y respetuoso gesto coger una de sus manos, y besar suavemente sus nudillos, cual miembro de la nobleza.
