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ADVERTENCIA: CAPÍTULO LARGO
:・゚✵ :・゚✧ :・゚✵ *:・゚✧:・゚✵ :・゚✧:・゚Era una mañana lluviosa, Cedric se encontraba en el interior del palacio, más específicamente en su habitación, sentado mientras leía un libro de joyería encantada y tomaba su desayuno en simultáneo. Cuando de pronto alguien tocó a la puerta.
- Ahh ¿quien podrá ser a esta hora de la mañana?- se quejó con cierto fastidio mientras se ponía de pie y aún con su libro en la mano giraba la manilla de la puerta.
- ¿Quien es?- pregunto con el ceño fruncido mientras abría la puerta- oh exclamó al ver que se trataba de una de las criadas, está yacía de pie frente a el y en sus manos sostenía el manubrio de un carrito lleno de libros.
- Susette ¿que estás haciendo aquí?-pregunto el hechicero confundido.
- Buenos días Cedric, la princesa Sofía me comentó que necesitabas más libros de joyas mágicas, y me pidió traerte algunos de los que estaban en la torre- dijo la mujer.
- Ella... ¿te pidió eso?- pregunto algo sorprendido el hechicero.
- Asi es- respondió, a la vez que rodaba el carrito hacia Cedric.
- Ya veo... pues agradécele de mi parte dijo el hechicero asintiendo y metiendo el carrito a la habitación- y gracias también a ti Susette- agregó con suavidad y una mirada tranquila.
- Por nada Cedric, ahora si me disculpas ya debo retirarme, la princesa Amber me pidió ayuda con unos vestuarios- dijo la mujer alejándose.
Cedric negó con la cabeza y sonreía con suavidad mientras la miraba alejarse a toda prisa, luego cerró la puerta para volver a la privacidad de su habitación.
- ¡Por fin... algo de tranquilidad!- dijo colocando el libro que anteriormente leía en una mesa y sacando su varita empezó a ordenar con su magia los libros que le trajo Susette en los espacios vacíos de los estantes de la pared mientras tarareaba una melodía. Hasta que alguien toco la puerta nuevamente.
El hechicero se sobresaltó y los libros que flotaban cayeron al suelo.
- Por el amor de Merlin- Exclamó enojado mientras avanzaba hacia la puerta con el ceño fruncido, y apenas eran las siete de la mañana. Respiró hondo antes de abrir la puerta esbozando una sonrisa forzada, que se desvaneció al ver de quien se trataba.
- Ah, solo eres tú- dijo dándose la vuelta y entrando de nuevo a la habitación, mientras que cierto mayordomo lo miraba con los brazos cruzados.
- Buenos días Cedric- dijo Baileywike con seriedad mientras entraba a la habitación- veo que te levantaste temprano esta mañana.
- Si si buenos días- respondió el pelinegro sin prestarle mucha atención, concentrándose en recoger los libros que habían quedado esparcidos en el suelo.
-Santo cielo Cedric- ¡qué desorden tienes aquí!- exclamó con desagrado el mayordomo.
- ¿Tú crees?- dijo alzando una ceja mientras le dirigía a Baileiwike una mirada inexpresiva. Con ayuda de su varita alzo todos los libros que quedaban y los guardo en el estante, luego se giró para ver de nuevo al mayordomo.
- Qué haces aquí? Pregunto con seriedad.
-Solo vine para entregarte el itinerario de la princesa Sofía de el día de hoy- dijo Baileywike extendiendo un pergamino enrollado al hechicero.
Cedric lo tomo y se sentó en una mesa a terminar su desayuno.
- Gracias- dijo con tranquilidad.
- Bien volveré en breve para asegurarme que ya estés haciendo tu trabajo.
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Princesita Sofía: Más allá del protocolo
Fiksi PenggemarSofía ya no es una niña pequeña, ya ha crecido y es una joven hermosa, alegre y de buen, luego de que las circunstancias y el tiempo les separasen Sofía se reencuentra con su viejo amigo y ex hechicero real el Señor Cedric, y aunque nada parece hab...