say you love me ⌗ jitzu

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—No creo que esto sea una buena idea, Tzuyu —habla Dahyun después de haber leído aquel papelito que su mejor amiga le había extendido minutos antes.

La taiwanesa había regresado por fin a clases para alegría de Dahyun, realmente extrañaba verla y estar junto a ella en las clases; se le hace todo más llevadero si Tzuyu está a su lado. Lo que no le gusta tanto con su regreso es que aún no ha desistido sobre hablar con Jihyo.

Los días posteriores al termino de su suspensión habían sido tranquilos; Jihyo estaba en sus asuntos dando clases y Tzuyu en los suyos planeando el gran día en que por fin hablaría con su profesora.

Y ese día tiene que ser hoy, de eso está segura Tzuyu.

—Por favor, hazlo y te juro que no volveré a pedirte nada por el resto del año. ¡Si quieres hasta puede hacer tu tarea de cálculo! —ruega juntando las palmas de sus manos.

—Soy mejor en cálculo que tú... —le recuerda no estando tan segura de que tan bueno sería que Tzuyu se hiciera cargo de sus trabajos en aquella materia.

—¡¿Y?! Aún así te la haré, no importa si lo tengo que sacar de internet —y la idea sigue sin gustarle a Dahyun.

Tzuyu se queda mirando el rostro de su contraria en el cual puede ver muchas dudas gracias a su expresión y sabe la razón; Dahyun no es la más emocionada en que siga con el mismo tema, pero realmente quiere hablar con Jihyo. Ella necesita aclarar algo con ella.

—Dub, se que no me apoyas en esto, pero...

—No es así, Tzuyu —la interrumpe después de una exhalación pesada—. Es solo que no me agrada que sigas detrás de nuestra profesora, solo estás consiguiendo problemas y sales lastimada, y odio verte triste cuando sucede eso. Dime, ¿de verdad la profesora Park vale cada uno de tus esfuerzos? —aquella pregunta toma por sorpresa a Tzuyu, la cual no contesta. Pero no lo hace porque no sabe que decir, sino porque Dahyun nunca entendería su respuesta.

«No has visto lo que yo. No miras a la profesora Park de la forma en la que yo lo hago, es por eso que nunca lo entenderías. Ni tú, ni nadie más» y eso está muy claro para ella.

Nadie nunca podría comprender los sentimientos que tiene por Jihyo, esa es la razón por la cual quieren que desista o se aleje de ella. Solo Tzuyu sabe lo que significa su profesora para ella.

—Dahyun, ¿le entregarías esto a la profesora Park por mí? Por favor —repite ignorando las palabras anteriormente dichas. La coreana sabe que su mejor amiga no tiene intenciones de responderle aquello y lo deja pasar está vez.

—Está bien —termina rindiendose y acepta el recado que le dió.

Mientras Tzuyu sonríe agradecida al escucharla debido a que se siente un poco más animada porque la ayudará, Dahyun solo piensa en sí Jihyo mantendrá su palabra.

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«Primero la profesora y ahora Tzuyu, ¿desde cuándo me convertí en su mensajera?»︎ Dahyun chasquea su lengua ante ese pensamiento. Había accedido a ayudar a Jihyo solamente porque aquella carpeta llena de apuntes terminaría beneficiando a Tzuyu, pero algo le dice que aquel detalle empeoró toda la situación.

Dahyun caminó en círculos por la escuela en busca de su profesora. Ya llevaba minutos en lo mismo y se estaba empezando a cansar cuando la logra divisar a unos metros delante suya al otro extremo del pasillo. Dahyun, al verla de espaldas, arruga el papel que se encuentra metido en el bolsillo de su chaqueta. «Si no lo hago, Tzuyu me odiará».

—¡Buenos días, profesora Park! —Dahyun corre para poder alcanzarla. Su repentina aparición hace que una Jihyo distante y distraída se sorprenda tanto que deja caer el libro que se encontraba en el espacio entre su brazo y costado—. Oops, lo siento mucho. No quería asustarla —se disculpa rápidamente agachandose para recogerlo, y estando de cuclillas una idea llega a su mente; ella mete el papel doblado entre las páginas del libro para después levantarse.