say you love me ⌗ jitzu

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—Buenos días, soy el profesor Son y seré el suplente de la profesora Park hasta su regreso.

A Tzuyu no le sorprende para nada ver a un hombre trajeado y sonriente ocupando el lugar de Jihyo. De hecho, se siente tranquila porque sabe que ahora mismo su mayor debe estar descansando como tanto lo necesita.

—Oye, ¿sabes qué le pasó a la profesora Park? —Dahyun, quien se sienta delante, se retrae para susurrarle siendo cuidadosa de que nadie más la escuche. Tzuyu solo le responde con un simple encogimiento de hombros.

—¿Por qué debería saberlo? —la cara que le da Dahyun dice exactamente lo que no quiere oír: "porque te importa". Tzuyu rueda sus ojos incapaz de contradecirla—. Se enfermó —y sabe que la coreana estuvo a punto de seguir indagando pero el inicio de la lección la interrumpe.

Por el momento Tzuyu pudo evitar el interrogatorio de Dahyun.

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—¡Deténganse! —es lo que escucha la taiwanesa mientras se encuentra sobre el suelo rasposo de las canchas. Al instante de oír esa orden, todos sus compañeros detienen los ejercicios que se les asignó.

Su clase de educación física dió inicio hace tan solo unos diez minutos y Tzuyu ya se encuentra en el suelo; «patética», piensa de si misma. Había estado corriendo alrededor de la pista y por distraerse terminó tropezando, ahora gracias a eso su rodilla arde por el golpe.

—¿Estás bien? ¿Puedes levantarte? —Tzuyu alza su mirada encontrándose a su profesora que la mira con preocupación.

—Sí, solo fue un raspón —contesta Tzuyu mientras se levanta con su ayuda. Ella se obliga a no hacer ninguna mueca de dolor para evitar ser mandada a la enfermería—. ¿Puedo ir a sentarme? —un asentimiento de cabeza es su respuesta.

Tzuyu cojea hasta salir de la pista mientras escucha de fondo como la profesora Yoo hace que sus estudiantes reanuden las actividades que estaban haciendo. Una vez que se encuentra lejos de los demás, se deja caer sobre el pasto para comenzar a subir su chándal hasta descubrir el area de su rodilla que ahora se encuentra rojiza.

Mientras se maldice en bajo por ser tan distraída, la taiwanesa busca en su suéter el par de curitas adhesivas que siempre carga para situaciones como esta. Una vez en sus manos, comienza a ponerse una sobre la piel lastimada. Observa con una sonrisa satisfecha de su trabajo finalizado, y mientras sus ojos no dejan de ver la curita con diseños de dinosaurios, piensa en su profesora de inglés: «¿estará bien? ¿Será qué ya comió? Espero que ya haya ido con un doctor porque si no...» y ahí es cuando se da cuenta que de nuevo su mente se inunda de Park Jihyo. «Por esta razón es que termino distraída» se reclama mientras vuelve a bajar su pantalón hasta su tobillo.

—¿Te encuentras mejor? —Tzuyu no se da cuenta que Jeongyeon se acerca a ella hasta que se detiene a su lado. La menor ve de arriba-abajo a su profesora. No es como si le desagradara, pero muy pocas veces ha mantenido un intercambio de palabras con ella siendo la última vez que "conversaron" el día que se esparció el rumor de su "relación cercana" con Jihyo.

—Sí. Solo fue un rasguño —responde para restarle importancia a su herida.

—Bien, pero si necesitas ir a la enfermería solo dímelo, ¿de acuerdo? —Tzuyu asiente. Después de aquello las dos se quedan en un silencio que resulta inquietante para la taiwanesa, y más cuando Jeongyeon comienza a ver hacía su alrededor con cautela como si estuviera a punto de revelar el plan maestro para asaltar una cámara secreta—. Yo quiero preguntarte algo... —inicia. Tzuyu no hace nada para interrumpirla—, ¿Ayer viste a Jihyo después de la escuela? —aquel interrogatorio la pone tensa completamente y la reacción no pasó desapercibida por su mayor—. ¿Estoy en lo cierto?