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POV T/N

Por un momento me congelé debido al gesto tan inesperadamente afectuoso por parte de Guren, pero no pude hacer otra cosa que corresponder su abrazo, me sentía algo culpable por ocultarle que tengo una relación secreta con su mejor amigo. Aunque no es una relación formal, así que técnicamente no mentí. 

Cuando sentí como el peso de su cuerpo se recargaba ligeramente contra mí al rodearle con mis brazos, supe que había hecho lo correcto al corresponderlo, me inundó una sensación de tristeza al ver que el pobre necesitaba algo tan simple como un abrazo, pero no tenía a quién pedírselo, y tampoco sabía como hacerlo.

- Gracias. - Fue lo que me susurró al oído segundos antes de dejarme plantada con dos platos de comida servidos en la mesa.

A lo único que atiné fue a cerrar la puerta, terminar mi ración y dejar la otra en la nevera. Al ver lo tarde que era, decidí que lavaría los trastes en otro momento, pero necesitaba dormir.

- Gracias al cielo es Domingo, si hubiera tenido que ir al trabajo, no sé si seguiría viva para el final de la jornada.

Tras salir del baño, me puse una pijama cómoda y me fundí con las sábanas. Corría viento afuera y eso solo me provocaba el querer acurrucarme más entre ellas.

Miré mi celular unos minutos para lograr juntar sueño y deshacerme de la sensación extraña que Guren me dejó. Pero no lo conseguía, al contrario, buscaba señales de vida con más intensidad, como esperando una explicación por su gesto. Miraba Instagram por si había alguna historia, Whatsapp para ver la última vez en línea, pero estaba desactivado.

- Maldición, parezco una estúpida. - Dije regañándome a mí misma y maldiciéndole a él por dejarme en este estado.


Respondí los mensajes que tenía de Shinya avisándome que se iba camino a casa. A los de Mitsuba, Shinoa, y a Yuu que quería pasar a verme. Dejé puesta una alarma para ordenar un poco la casa antes de la visita de Yuichiro.


A la mañana del Domingo, me desperté con el molesto sonido del teléfono que dejé apropósito lejos de mi alcance para obligarme a salir de la cama.

- Agh, maldición. - Sentía que me bombeaba la cabeza como si de una resaca se tratase.

Una vez me deshice del molesto ruido, me estiré mientras lanzaba un bostezo descomunal.

- Bien, hora de moverse. - Dije mientras me daba dos palmaditas suaves en mis mejillas para despertar. Acto seguido amarré mi cabello, puse música en los parlantes de mi apartamento y comencé con la limpieza.

La hora y media que estuve recogiendo ropa sucia, aspirando, cocinando, quitando polvo y cambiando sábanas, entre otras tareas, se me pasó bastante rápido con Chase Atlantic y Artic Monkeys de fondo. Miré por casualidad la hora en el reloj de la cocina y casi me voy de espalda al ver la hora.

- ¡MIERDA! - Faltaba media hora para que Yuu llegase. Así que dejé lo que estaba haciendo y me metí a duchar a la velocidad de la luz.

Justo cuando salí del baño escuché la llamada desde recepción, tomé el teléfono y contesté.

- Diga.

- Hyakuya Yuichiro se encuentra abajo.

- Que suba por favor.

-Enseguida señorita.

Colgué y corrí a mi habitación, me puse un buzo cómodo y dejé las toallas húmedas en la secadora. de repente sentí el timbre de la puerta.

PERFECTAMENTE MALDITOS [Guren Ichinose x T/N ] [+18 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora