CAPÍTULO 8: AGRIDULCE

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"Mi buen amor, si no quieres regresar ¿por qué vuelves a buscarme una vez más? No me pidas que te dé una última noche. Mi buen amor, parece fácil para ti, alejarte para luego exigir, que te quiera, como si nada yo sintiera".

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Una claridad insoportable fue el motivo por el cual ahora está despierto, la cabeza le pesaba y estaba extremadamente adolorido en todo el cuerpo, Harry está acostumbrado a la famosa resaca, pero aun así, siempre se sentía muy mal después de una noche de borrachera.

Abrió sus ojos, y se encontraba en la habitación que se le había otorgado en la cabaña, con un molesto sol que sus rayos penetraban todos sus sentidos, haciendo que estuviera de muy mal humor. Pero, cuando intentó sentarse en la cama, sintió algo inusual. Pues, no había notado los brazos que lo estaban rodeando ni al cuerpo durmiendo al lado suyo, el mago lo estaba abrazando mientras dormía pacíficamente.

Y ahí fue cuando Harry se alarmó.

Intentaba recordar que había pasado para que terminara con Louis en la cama, y después de mucho esfuerzo, se vio a él mismo en el regazo del mago mientras lo intentaba besar, y a Louis diciendo que quería besarlo, pero todavía no.

Solo quería huir, estaba completamente avergonzado de habérsele insinuado de esa forma, y peor aún, ebrio.

Harry estaba a punto de irse de allí y esconderse, hasta que volteó su rostro y vio a Louis profundamente dormido, con su respiración tranquila y el tacto en su cuerpo completamente suave. Y aunque intentó, no quería irse.

Nunca sintió lo que estaba sintiendo en ese momento, no lo podía explicar, nunca lo había experimentado. Nunca se había sentido querido, protegido, con tanta paz.

Y decidió disfrutarlo un tiempo más, solo para no olvidarlo. Podría simplemente mandar todo a la mierda, huir con Louis a algún sitio, declararle lo que siente, y ser verdaderamente feliz.

Pero no puede.

No quiere fallar, tampoco sabe como manejar ese sentimiento, toda la vida pensó que le gustaban las mujeres, y ahora no está lo suficientemente seguro de ello y tampoco le importa mucho averiguarlo, pero jamás pensó lo que un hombre podría provocar en él.

Todo es tan nuevo, todo es muy aterrador, que no sabe como avanzar. Una parte de él quiere intentar algo con Louis, pero la otra le está diciendo que si no cumple con su misión le fallara a tanta gente. No es simplemente una persona, sino le estará fallando a un reino entero, a una familia. Y Harry sabe que no aguantará tanta culpa, es alguien demasiado testarudo y desinteresado a veces, pero no quiere decir que él lo sea siempre, tiene su parte que odia, la sentimental.

Su padre se encargó de que sea alguien frío, fuerte, y calculador, decía que era todo lo que un verdadero rey necesita. Pero Harry no lo era, en el fondo tenía un millón de miedos, de inseguridades, se sentía siempre utilizado, desvalorado, ignorado, solo.

Y jamás aprendió a desahogarse, nunca lo hizo, no le contaba sus problemas a nadie, no buscaba ningún tipo de ayuda, siempre estuvo solo. Y por eso, el huir, el enojo, y la indiferencia siempre sale a flote, y no se dio cuenta de lo destructivo que era, hasta que conoció a Louis, a la persona más sincera que pudo haber conocido nunca, y como nadie le enseñó a amar, hasta ahora experimenta una pequeña pincelada de eso.

Por eso decide admirarlo hasta poder memorizarse como se siente ser querido.

(...)

Érase una vez. (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora