CAPÍTULO 6: SATIO

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"Dime que me amas más de lo que me odias todo el tiempo, y sigue siendo mío. Entonces, fúmatelos si los tienes, porque todo va a pasar, todo lo que siempre quise eres tú. Tomemos una copa de lo que sea que pueda darle una vuelta a esto, hagamos un brindis o dos a todas las cosas que he perdido en ti. Dime, ¿están perdidas en ti?"

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Los rayos del sol se colaban por la tienda haciendo que Louis abriera sus ojos, sintiendo su cuerpo cansado a pesar de estar descansado por horas, pero Louis sentía que podía dormir como un mes, nunca se había sentido tan cansado.

Bostezó y se quedó viendo en un punto fijo unos minutos, cuando decidió girar su cuerpo al otro lado, y honestamente, se quedó casi petrificado.

El príncipe seguía durmiendo, veía su respiración tranquila y sus rizos desordenados en su cara, se veía tan calmado que Louis no quería ni respirar para no molestarlo, y ya se estaba arrepintiendo de moverse por el miedo de que se despertara.

El plan original era irse al amanecer, pero Harry se veía tan tranquilo, tan lindo, que no podía permitir eso. Era curioso, nunca sintió eso por alguien, se podría decir que el amor ni siquiera le interesaba, pero el momento en el que vio al príncipe, siendo exactos hace un año, mientras él estaba sentado justo en la copa de un árbol y lo vio pasar por su caballo, se quedó con las ganas de conocerlo en persona.

Era muy curioso, más porque a él no le gusta Harry, así que es muy raro.

Fue una desagradable sorpresa cuando vio que para el príncipe no era mucho de su agrado, lo cual lo entristeció, cosa que tampoco comprende, casi nunca le interesaba lo que podía decir el resto de las personas sobre él, tal vez alguno que otro comentario hiriente le daba algunas vueltas, pero al final era un mago, y sabía como hacer para que no le afecten.

Al conocer al príncipe, no se llevó un buen sabor de boca, solía pensar que lo imbécil le hacía mala jugada al ser tan bello. Porque sí, siempre lo admitió, aunque no se cayeran de la mejor forma posible, no era ciego.

Al pasar los días, pensaba ahora que tal vez, solamente tal vez, le agradaba al príncipe. Piensa que simplemente es muy duro consigo mismo, cosa que no le gusta para nada, y aunque le duela un poco que cada vez están más cerca de Messis, no lo va a presionar a que se puedan llevar bien y cumplirá con su labor.

Pero a él no le gusta Harry, así que es ilógico que sienta eso.

El aliento se le quedó en su garganta cuando vio que lentamente abría los ojos y los arrugaba, se tuvo que morder la lengua para no sonar un chillido. En su lugar estaba odiándose porque de seguro lo despertó, ¿habrá pensado muy alto?

Luego se dio cuenta que los pensamientos no se escuchan, ¿cierto? ¿Las personas no sentirán un estruendo extraño al ver pensar a alguien? Luego vio que estaba entrando demasiada claridad, y si Louis estaría cayendo por Harry apagaría el sol, pero como no lo está, no lo haría.

¿O sí?

Vio a Harry sentarse mientras se restregaba los ojos con sus manos, y se quiso golpear cuando involuntariamente suspiró. En su lugar, quiso parecer seguro y carraspeó para captar la atención del príncipe que lo veía ahora con las mejillas rojas.

Érase una vez. (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora