Umbrosa Afición

¡Saturn! La Revelación del Silencio

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• UMBROSA AFICIÓN •

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• CAPITULO •

• XIII •

• ¡SATURN! LA REVELACIÓN
DEL SILENCIO •

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Maker continuaba esperando pero la mirada de esa mujer permanecía firme en Serena. La espera comenzaba a ser larga. Tan larga que la Sailor no pudo esperar más. "He cumplido lo prometido."

El silencio fue roto ante esa frase. La mujer que segundos antes se había presentado ante Serena movió la mirada un poco para ahora enfocarse en la última Starlight.

Sonrió.

"Y ha sido un trabajo excelente." Maker sonrió imaginando que con ese cumplido la mujer que hasta ahora sigue siendo misteriosa cumplirá lo prometido. Pero lo único que la sobrante de las Starlights pudo sentir fue el frió de sus piernas. Al bajar el rostro, Maker fue testigo de cómo el hielo que comenzaba a cubrirla iba en aumento. ¿Era esta la manera en la que el esfuerzo de sus compañeros y el suyo propio estaban siendo pagados? ¿Con la traición de esa mujer?

"¡Star Gentle...!"

"¿Piensas que ganaras algo atacándome? Eso solo demuestra lo poco que has podido saber de mí. Lo he repetido...no hay poder comparado al mío."

"¡...Uterus!"

Pero para sorpresa de esa misma mujer, el poder de Maker fue increíblemente diferente al que ella imaginaba conocer. Poder que, a pesar de haberla podido herir, ni siquiera fue dirigido a ella.

Serena se cubrió el rostro al ver tan poderosa energía acercarse a ella. Cerró sus ojos llenos de tristeza al sentirse tan débil. ¿Estaba ese siendo su fin?

¿Lo estaba?

La risa hizo que Serena abriera los ojos. "¿Qué pudiste lograr con eso? Quizás solamente adelantar tu muerte al haber utilizado lo ultimo que te quedaba de vida."

Maker dejo caer la estrella de sus manos. Ni siquiera eso pudo sostener en el momento que sus manos se congelaron. "Quizás adelanté mi muerte...mas no la de mí plane -"

"...Maker..." Serena a pesar de haber sido testigo de cómo esa estrella acabó con sus amigas y guardianas, no pudo evitar sentir tristeza al ver como esa misma Sailor fue cubierta de la misma forma en la que estaban Seiya y Healer.

"¿Ahora lo vez? Yo no soy una Sailor, ni un fantasma, mucho menos soy la maldad de alguna galaxia. Yo, al igual que tú, soy una princesa. Fui una princesa. Pero imagino que nada de lo que yo haga o diga cambiará lo que ustedes arruinaron. Ni siquiera mi nombre puede decirte quien soy."

Algo capto la atención de Serena. "¿Ustedes?"

"Si, ustedes. Todos los que en su momento me traicionaron. ¿Lo ves? Las Sailors que fueron destinadas para protegerte son las mismas guerreras que ahora te quitan la luz de tu guardiana."

Frente a sus ojos, Serena fue testigo de cómo seis de los ocho cristales destinados a protegerla rodeaban la luna, su luna, impidiéndole luz propia. Y un único cristal dorado se encontraba en el centro de los otros seis.

Ella solo deseaba poder regresar el tiempo y volver a ser quien fue antes.

Pero no podía arrepentirse de lo que es. ¿Cómo arrepentirse de lo que ha hecho, lo que ha amado y lo que ha creado? Arrepentirse sería querer borrar todos sus dolores, pero esos mismos dolores también le han traído felicidad. La felicidad de amistad, tristezas, sonrisas y amores. La felicidad de esa vida porque esa fue la vida que su antigua madre le regalo para poder ser una humana más.