¡Confianza! Razón de Amistad

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• UMBROSA AFICIÓN •

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• ¡CONFIANZA! RAZÓN DE
AMISTAD •

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"¡Serena!" Haruka corrió para sostener a Serena antes de que cayera. "¿Te sientes bien?"

Serena negó con la cabeza. "N - No puedo correr mas." Haruka y Michiru se miraron. Ni siquiera habían corrido lo suficiente porque Serena no se los permitió al ir a un paso muy lento. La palidez de su protegida aumentaba la preocupación de las dos mujeres y la niña.

"Pasaremos aquí la noche."

Serena levanto la cabeza para ver el lugar. Inevitablemente se sorprendio al reconocer el edificio tan conocido frente a ella.

"¿Aquí?" Hotaru pregunto al entender que Serena no tenia el valor de hacerlo.

"¿Tienen una mejor idea?" Haruka entró al edificio seguida por Michiru. Hotaru tomo la mano de Serena y le pidió entrar, pero Serena dudo.

Con un leve movimiento de mano, Hotaru le volvió a pedir a Serena entrar. Serena la siguió.

Entraron a un edificio vació. O al menos eso parecía. La luz de los días no parece satisfacer del todo a los residentes de la ciudad. De una ciudad que ya no ha vuelto a brillar como antes.

No quisieron tomar el riesgo de subir las escaleras así que optaron por la opción más fácil, el elevador. Llegaron al piso marcado y caminaron por el pequeño pasillo hasta llegar frente a un departamento que irónicamente, tenia la puerta abierta.

Haruka, Michiru y Hotaru no pudieron sorprenderse al notar lo que ya sabían. Pero dudaban de la reacción que Serena fuera a tener.

Serena dio el primer paso para entrar e inmediatamente sintió escalofríos al sentir la soledad del que solía ser un departamento habitado. Recorrió el lugar con la mirada. El lugar estaba completamente desierto así como sucio.

"Vamos, necesitas descansar, aun estas muy débil." Michiru intento que Serena no pensara más en lo que estaba viendo.

Serena sabia que Darien no estaría por ninguna parte. Sabía que él al igual que sus amigas, habían sido arrebatados de ese planeta. Se culpo indudablemente. ¿Estaba ella en parte causando este dolor? Volteo a ver a sus otras tres compañeras, las que la seguían protegiendo y por quien tuvieron que dejar a otra atrás. ¿Esto estaba causando ella? El mundo maravilloso del que estaba despertando no era comparación al que realmente estaba viviendo.

Sus ojos se llenaron de lágrimas. Ella era la culpable de todo esto y ni siquiera podía agradecerles a sus también amigas que la protegieran de esta manera. Ni siquiera podía confiar en ellas al confesar su más grande secreto, ese por el cual ni siquiera puede defenderse o transformarse.

"¿Serena, estas bien?" Hotaru volvió a tomar su mano. Serena recompenso la preocupación con una sonrisa. Pero la pesadez de sus ojos mostraba el cansancio de su cuerpo, un cuerpo que ya no era perteneciente solamente de ella.

Michiru y Haruka fueron las primeras en sentarse en unos sillones sin importarles el polvo que los cubría. No les importo. Hotaru les acompaño. Serena por el contrario prefirió salir al balcón.

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