Umbrosa Afición

¡Dilema! Entre el deber y el Querer

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• UMBROSA AFICIÓN •

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• CAPITULO •

• XVI •

• ¡DILEMA! •

• ENTRE EL DEBER Y EL
QUERER •

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"Oh, lo siento, te he despertado."

"No, claro que no. Soy yo quien lo siente, no debí quedarme dormida."

"No te preocupes, puedo arroparte si lo deseas."

"No."

"¿No?"

"Es que...parece que tuve una pesadilla."

"¿Una pesadilla? ¿Y puedo saber quien se ha atrevido a perturbar tus hermosos sueños?"

"No lo se. No logro recordar. Es como si lo hubiese olvidado en cuanto te vi. Pero si me encantaría que me cantes para poder confortar mi corazón. ¿Podrás?"

"No lo sé." Pero esa repuesta solo causo una pequeña sonrisa en su rostro.

"¿Por qué ríes?"

"Porqué me encanta verte dormir." Las mejillas de la mujer en esa cama llegaron a ruborizarse a pesar de acabar de despertar. "...Me encantas..." Susurro mientras bajaba para rozar la mejilla de la mujer que lo vuelve loco.

"¡Seiya!" Jugueteó. "...Basta..."

"¿Por qué?"

"Porque...porque no terminaste de hablar antes de quedarme dormida."

Él rió y de inmediato se incorporo. "Terminé de hablar, si, la diferencia la hizo el momento en el que cerraste los ojos."

"¿Y acaso no podrías repetirlo?"

"Quizás..." Volvió a bajar para besar sus labios. "Pero no ahora."

"Esta bien, si no quieres decirlo no lo digas pero yo sí lo diré."

"¿Decir que?" Intentó hacerse el desentendido. Pero en cuanto estuvo por bajar para volver a besar los labios de quien tomaba su mano, un llanto lo detuvo.

"¿Lo ves?" Susurró Serena en cuanto vío a Seiya bajar de la cama.

"Esta bien, esta bien." Seiya camino hasta la pequeña cuna que decoraba alegremente la esquina de la habitación. "Buenos días." Tomo a la pequeña entre sus brazos y se dirigió a la cama para sentarla.

"Buenos días, ¿Cómo has amanecido hoy?" Serena tomo a la pequeña con fervor y depósito un beso en su frente.

Seiya por el contrario se resigno y termino sentándose al pie de la cama. "Tal parece que hoy también seré invisible." Bromeó sonriendo al ver la escena.

"Eso no es verdad. ¿Verdad que no?" Serena simuló hablar con la bebe. "También queremos a papa, ¿no es así?"

Seiya se inclino para besar los labios de su bella mujer.

"Sabes, había pensador que fuéramos hoy a -"

Tocaron, interrumpiendo cualquier cosa que Serena estuviese por decir. Una vez más Seiya se levanto para abrir.

"Buenos días, ¿Han visto a...? Oh, así que aquí ha estado. La buscamos en su habitación, aunque no se por qué lo seguimos haciendo si siempre amanece aquí."