Umbrosa Afición

¡Cuidado! Mina, Rei...

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• UMBROSA AFICIÓN •

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• CAPITULO •

• II •

• ¡CUIDADO! MINA, REI, DOS ORBES SIN LUZ •

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"Estoy aquí, tal y como lo has pedido."

"Imagine que no vendrías."

"¿Acaso crees que te tengo miedo?"

Yaten sonrió y se recargo en la pared. "No necesito pensarlo, lo veo en ti, lo veo a través de ti. Me temes tanto que tienes miedo de mirarme a los ojos."

Mina levanto la mirada para encontrase con la de él. "¿Dónde esta Serena? Dijiste que si yo tomaba su lugar, ustedes la dejarían ir."

"Es agradable volver a este planeta después de todo." Yaten cruzo los brazos y cerro los ojos para respirar el aire de esa ciudad.

Mina observo perfectamente los movimientos de quien hace unas horas acababa de condicionarla. Él parecía el mismo típico arrogante y solitario de antes. No podía ver ninguna diferencia por más que quisiera encontrarla.

"Te extrañe." Susurro él.

Esas dos palabras hicieron que Mina retrocediera dos pasos, no podía pensar ni siquiera porque lo hizo. Solamente fue intuición.

Yaten sonrió a pesar de ni siquiera haberla visto porque mantenía los ojos cerrados. "¿Acaso me tienes miedo?"

Mina no se explicaba por qué, a pesar de ni siquiera estarla viendo, sentía que él la desnudaba con la mente. "Se...Serena, quiero ver a Serena. Hicimos un trato y estoy aquí."

"¿Un trato? Yo no recuerdo haber hecho tratos con una de las guardianas de la mujer que pienso matar."

Mina volvió a retroceder. ¿Quién era esta persona? Este hombre a pesar de aparentarlo, no era Yaten...al menos no el que ella llego a conocer.

"¿Qui - Quien eres tú?"

Yaten finalmente abrió los ojos al escuchar esa pregunta. "¿Quién soy yo?" Se incorporo y se dirigió hacía ella, pero Mina continuaba retrocediendo hasta que llego a un alto al ser detenida por uno de los tantos árboles que los rodeaban. "¿Si yo te hiciera la misma pregunta, serias tú capaz de responderla?"

Mina giro el rostro al no poder moverse más por que él estaba a centímetros de su perfil. Yaten beso su mejilla y Mina apretó los ojos al sentirse tan indefensa. "Quiero ver a Serena, quiero saber que esta bien, quiero..."

"Lo siento Aino, pero no podrás verla ni a ella...ni a este mundo una vez más."

Mina regreso el rostro para encararlo y darse cuenta que por milímetros casi toca sus labios. Pero en su mirada se reflejo más el terror de verlo a él, pero no solo fue terror. También fue dolor.

Dolor al haber recibido un ataque inesperado mientras él rozaba sus labios antes de que ella cayera.

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o.o.o.o

"¡MINA!"

Serena lloró soñando. Lloró en el momento que se sentó en esa cama. Ambas manos tocaron su corazón el cual palpitaba vertiginosamente. Su respiración era escasa, intentaba respirar para poder controlar su llanto.