Umbrosa Afición

¡Pluto! La Culpa de Retención

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• UMBROSA AFICIÓN •

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• CAPITULO •

• IX •

• ¡PLUTO! LA CULPA DE
RETENCIÓN •

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"¡Star Sensitive...Inferno!"

"¡Healer, basta!"

"¡Star Sensitive...Inferno!"

"¡Healer es inútil!"

"¡Star Sensitive...!"

Healer no pudo lanzar ese último ataque porque la mano de su compañera se lo prohibió. "Basta, Healer, es imposible."

Healer cayó. "¿Por qué, Maker? ¿Por -?"

"Porqué ustedes se han propuesto ir en contra de lo que yo ordene." Ambas Sailor ni siquiera voltearon, tan solo se arrodillaron y giraron para rendir respeto a quien estaba causándoles tanto dolor. "La estrella detrás de ustedes ha decidió ir en contra de todo lo que yo ordene. ¿Ustedes acaso intentar hacer lo mismo?"

"No." Maker respondió al momento. No había tiempo para pensar. "No podríamos."

"Me complace escuchar eso. Mis planes han cambiado y no deseo más la muerte de la princesa lunar." Ambas Sailors levantaron el rostro, sorprendidas. "No me miren de esa manera." Sus ojos se enfocaron en el enorme cristal que cubría a una estrella agonizante. "La quiero aquí." Maker y Healer se miraron. "Quiero tener a esa princesa personalmente frente a mi. Deseo ver el sufrimiento de ambos al verse morir uno frente a otro."

"¿Qué obtendremos nosotras a cambio?"

La mujer molesta logró que ambas Starlights se impactaran con fuerza contra el cristal que protegía a Seiya. Las heridas que ese pequeño ataque logró causarles les impidió ponerse de pie de inmediato.

"¿No lo han entendido? Yo poseo la fuerza que ninguna de ustedes podrá llegar a tener." Con un pequeño movimiento, los ojos de esa hermosa mujer se enfocaron en Seiya e irremediablemente su mirada se transformo en otra que esas dos Sailors, ahora de pie, no conocían. "¡Mintieron!" Atacó el mismo cristal que ella había creado, pero su ataque solo fue absorbido, como lo había sido el de Healer. "Me traicionaron. Pero nunca más permitiré que eso suceda." En seguida miro a las otras dos guerreras. "Si ustedes llegan a fallar tal y como él lo hizo...todo estará perdido para ustedes."

Las dos Kinmokuseinas volvieron a reverenciarle tal y como lo habían hecho anteriormente. "No lo haremos." Las palabras de Maker aseguraron más que lealtad. "Regresaremos y cuando lo hagamos..."

"...No regresaremos con las manos vacías." Healer concluyo.

Siendo lo más sensato que esa mujer había escuchado, dío media vuelta para desaparecer tal y como había aparecido.

.o.

o.o.o.o

Serena no necesitaba más la compañía de quienes cuidan de ella. Lo agradecía, pero desde que Hotaru le mostró el camino, ella había deseado caminar por los caminos de ese jardín como ahora lo estaba haciendo.

Sola.

Y a media noche.

Era extraño, muy extraño. Cada vez que ella desea admirar la luz de su guardiana, la luna parece no querer compartir el mismo deseo.