Entre el Cielo y el Limbo -LUCKITY-

11 La daga de los dioses oscuros

Luzu se encontraba atravesando del bosque. Caminaba sin rumbo en medio de la noche, la melancolía se aferraba con fuerza a su ser ¿había algún motivo por el cuál tuvo esa muerte tan traumática? Se detuvo al vislumbrar una de las estatuas de los dioses oscuros, tuvo miedo pero su curiosidad ganó. Se sentó a meditar mientras trazaba una marca en el suelo.

Luzu: dioses, os invoco ¿podeís darme información sobre cómo salir de esta situación?

Dioses: Luzu, hijo oscuro ¿a qué se debe tu pregunta? nos pediste la capacidad de vengarte, la manera de hacerlo es algo que tú debes decidir, nosotros simplemente te daremos el poder para seguir en este plano hasta que logres tu cometido.

Luzu: ¿hay alguna manera de saber quién fue mi asesino?

Dioses: no podemos darte algo sin nada a cambio, tráenos un sacrificio...

Luzu: p-pero a penas tengo energía para interactuar con los vivos...

Un rayo cayó delante de Luzu

Dioses: ten esa daga, sólo necesitas llenarla de sangre, con  eso te mostraremos quién es tu asesino.

Luzu: ¿sangre de qué? de algún animal...

Dioses: notamos que conociste a un híbrido de plumas doradas, es un hijo de los dioses de luz, tiene sangre preciada, no aceptamos debilidades Luzu, si quieres dejar de penar por la eternidad, usa tu cabeza y no tu corazón.

Luzu tomó la daga entendiendo el mensaje ¿porqué justamente debía herir a Quackity por información? es verdad que los dioses oscuros siempre piden algo a cambio, pero, no podía lastimar a su patito, pensar en la idea de herir a quien amas lo frustraba.

Decidió irse del lugar y guardar la daga, pensaría en alguna otra solución.

SapoPeta había llegado con Quackity a la casa de este último, se sentía algo mareado por lo que lo recostó con cuidado en cama.

Quackity: alv SapoPeta, parece que estuvo buena la peda, me duele la maceta...

SapoPeta: -le da una poción- ten, con esto te sentirás mejor, es una poción de curación

Quackity: ¿seguro? no me vayas a dormir y robar la pinche casa eh

SapoPeta molesto lo tomó del cuello obligándolo a tomar la poción a lo que el pelinegro se asustó pero el druida era más fuerte.

Quackity: pues sí, me siento mucho mejor -dijo animado moviendo sus alas- pero no es viernes pa ahorcarme viejo enfermo

SapoPeta se puso de pie y caminó un poco por la habitación para hablar con Quackity.

Quackity: ahora que recuerdo ¿qué pasó con el gafotas? ¿nos dio alguna pista para ayudar a Luzu o que pedo?

SapoPeta: ¿no recuerdas lo sucedido?

Quackity: me transformó en un pato el pendejo ¿hizo otra cosa? sólo sé que luego de eso me mareé y vinimos pa mi casa

SapoPeta: no, sólo conseguimos información de lo que pasó con Luzu, tiene un trato con los dioses oscuros, por ello su cuerpo desapareció, lo importante es saber quién lo asesinó...

Quackity: ¡hijo de su reputísima madre, cuando sepa quién es yo mismo lo mataré!

SapoPeta: el trato fue que Luzu se vengara, si lo haces tú nunca podrá descansar en paz y su alma seguirá vagando, además, los dioses oscuros pueden castigarte severamente si no cumples tu palabra.