18 de marzo de 2020
Hoy habría tenido cita con el oftalmólogo pero se han cancelado la cita como a todo el mundo.
No he podido dormir. Toda la noche pensando en cómo hacer la compra. Si me pondo guantes y toco el carro que está sucio, contamino los guantes y después contaminaré el coche. Me pondré dos guantes y quitaré el de encima antes de entrar en el coche.
Esto es una psicosis. Hice una buena compra para no tener que salir, y ahora resulta que he de hacerles la compra a mis padres para que no se muevan ellos y se contagien.
Me pongo la mascarilla de pintor que conseguí justo antes de que se cerraran los comercios.
Llego a la farmacia con las tarjetas sanitarias de mis padres. Hay cola hasta la puerta, la gente busca mascarillas, guantes y gel hidroalcohólico. La gente se sorprende y asusta cuando se les dice que no hay. Salgo con una bolsa llena de medicamentos, soy consciente por primera vez de cuanta medicación toman entre los dos. Comer no comerán en condiciones, pero en cambio se atiborran a pastillas. Me dan una hoja con las medicaciones que quedan por salir, y la fecha aproximada para poder recogerlos. Porque no todos los medicamentos salen el mismo día, de unos tomas más de otros menos. Me imprimen también una hoja donde se especifica las horas y la cantidad en que deben tomarse todos los medicamentos.
He hecho la compra en un supermercado diferente al que suelen ir ellos, para no desplazarme mucho. Soy consciente que los productos que les lleve igual no serán los mismos que ellos compran. Cuando llego con las bolsas mamá se mira la compra y no para de decir que todo eso no es suyo, de esto ellos no comen. Creo que como viven en el campo aislados del mundo no son muy conscientes de la situación en la que nos encontramos. Les explico que de lo que ellos querían ya no quedaba porque la gente se ha lanzado a comprar en masa y vacían los supermercados. Les digo que estamos en guerra con este virus.
He de conservar el ticket por si me para la policía poder justificar mi desplazamiento. No he visto que pararan a nadie por la carretera. Tan solo la guardia civil en la puerta del super para controlar que no entrase mucha gente a la vez. Parece surrealista pero es lo que hay ahora mismo.
Una vez dentro una mujer te daba guantes de esos que se usan para coger fruta. Han pegado unas líneas en el suelo delante de las cajas para guardar las distancias. No dejaban que nadie pusiera ningún producto en la cinta hasta que el cliente de delante se había ido. ¿Esto será así a partir de ahora?
Muere un guardia civil de 39 años en Madrid de coronavirus. Este virus también afecta a la gente joven, no solo a los mayores.
En las residencias de ancianos la gente muere desentendida.¡ Qué horror!
Hoy a las 21:00h comunicado de su Majestad el Rey. Mientras en distintos puntos de la geografía española suena una gran cacerolada contra el discurso del Rey pidiendo unidad frente al coronavirus. Protesta que ha sido convocada por las redes sociales por partidos nacionalistas y entidades sociales.
Mi hijo mayor cumple 26 años, solo y confinado.
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Nuestro Whatsapp Del Confinamiento
DiversosEstos son los mensajes que el grupo de mi familia intercambió durante el confinamiento. A través de ellos he podido construir este diario.