24 de marzo de 2020
Mensajes de este tipo circulan por las redes sociales.
*Tenemos que tomarnos la cuarentena con calma, hay gente que se está volviendo realmente loca al estar encerrada. Justo lo estaba comentando hace un rato con el microondas y la tostadora mientras me tomaba el café y los tres estábamos de acuerdo. Yo ya no me hablo con la lavadora: a todo le da vueltas*
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*Esta pandemia ha cambiado nuestro refranero para siempre:
-Hasta el 40 de mayo, no visites al yayo...
-En abril, contagios mil...
-La primavera, la fiebre altera...
-No es más rico el que más tiene, sino el que menos papel higiénico necesita...
-Dios los cría y ellos se contagian...
-Aunque la mona se vista de seda, en casa se queda...
-Allá donde fueres, multa te lleves...
-Nadie sabe lo que tiene, hasta que se lo detectan...
Feliz semana amigos. QUÉDATE EN CASA!!!*
Mi hermana cocina garbanzos con espinacas para variar, porque ha estado comiendo tarta cada día. Teletrabaja, cocina, chatea. No se debe trabajar más que estando en el trabajo. Su rutina consiste en teletrabajar por las mañanas, limpiar por las tardes después de la siesta, jugar con la Tablet, mirar las noticias... Estar ocupada y no aburrirse.
Mi rutina del confinamiento consiste en hacer ejercicio por la mañana después de sacar al perro y antes de que mi hijo empiece las clases. Después limpio la casa, cocino, me ocupo de la ropa y estudio la Constitución Española, para no perder el ritmo. Por la tarde dibujo y recojo la ropa. Tampoco me aburro.
Mi hijo pequeño a las nueve empieza con los deberes online, se toma un descanso entre asignaturas para desconectar y estirar las piernas.
A las tres y media quería dormir un rato antes de las clases de dibujo pero los vecinos tienen la música a todo volumen.
En Menorca nos confinamos antes de que los contagios se dispararan, pero Madrid e Igualada, tienen una tasa muy elevada. En cambio aquí solo tenemos 27 infectados. Supongo que se debe que vivimos en una isla.
Hoy hace frío cuando saco al perro. Al regresar coincido con la hora de los aplausos. Momentos antes veo a gente en sus terrazas con la bici estática haciendo ejercicio, otros charlando por teléfono. Yo no tengo terraza para trasladar mi vida allí, pero tengo al perro y así al menos puedo caminar un poco. Pasan por la calle coches de protección civil con un mensaje de megafonía grabado: "¡Esto es una emergencia sanitaria. Regresen a sus casas!". Más se asemeja a un escenario de cine que a la calle por la que paso cada día.
25 de marzo de 2020
Hoy mi hermano pequeño les lleva la compra a mis padres y se quedará las tarjetas sanitarias para ir recogiéndoles los medicamentos y no tener que ir y venir cada dos por tres del campo.
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Nuestro Whatsapp Del Confinamiento
AcakEstos son los mensajes que el grupo de mi familia intercambió durante el confinamiento. A través de ellos he podido construir este diario.