Quiero conocer a un verdadero héroe, uno el cual pueda romper las reglas de este mundo. Un héroe que salve a todos. En la guerra con los Yokais que duró años... Siempre llena de dolor sin fin, con innumerables sacrificios... Incluso aquellos soldados que conocí por primera vez hoy, todos ellos encontrarán su final por la guerra, cada encuentro puede ser una despedida. Incluso los inocentes aldeanos, nunca se sabe cuándo serán arrastrados al vórtice de la guerra y morirán sin dignidad. Los débiles morirán a manos de los fuertes... Y los fuertes... Serán masacrados por algo aún más fuerte.... Esto es.... ¿La ley inquebrantable del mundo? En este mundo...
La lluvia se escuchaba, una luna roja como la sangre adornaba el cielo. Entre el ruido de la lluvia se escuchaba los sonidos de una guerra. Una gran figura tapo la luz de la luna creando una sombra encima del chico que estaba en el suelo, el joven de musculatura y cabellos blancos con las puntas doradas miro al gigantesco Oni preguntándose;
¿No existe un verdadero héroe?
¡Estamos rodeados, Seishika-sama! ¡Por favor, huya rápido! - Grito un soldado poniéndose delante del joven de cabellos blancos y puntas doradas.
¿Realmente no existe ese tipo de héroe?
El soldado fue atravesado y cortado en dos por el hacha del oni con suma facilidad, ni siquiera tuvo tiempo de gritar.
En ese momento en que se pueda superar toda guerra... Y declarar una paz eterna... ¿Llegara pronto?
La sangre del soldado salpico por todos lados, marcando la cara de Seishika mientras sus ojos se encogían al ver la escena del soldado siendo cortado a la mitad.
Mientras... mientras usted viva... - Fue las últimas palabras del soldado antes de morir.
No pude responderle ni a sus últimas palabras. No soy capaz de convertirme en un héroe... Y un verdadero héroe... Tampoco vino a salvarlos.
Seishika tenía su rostro mirando al suelo, a su alrededor muchos soldados estaban muertos y masacrados, sus esperanzas se estaban yendo con la lluvia.
Después de todo... Eran ilusiones en vano.
De nuevo la sombra del Oni lo cubría, Seishika cerro sus ojos esperando el golpe. Pero el sonido de algo moviéndose muy rápido se escuchó, para después se escuchar la carne siendo cortada y la sangre brotando de ella. Seishika abrió los ojos, estando sorprendido y mirando delante suya, ya no estaba el Oni. Muchos apéndices con forma de látigos y similares a huesos atravesaban a cada Oni que había en el campo de batalla.... Esos apéndices brotaban de la espalda del chico que estaba enfrente de Seishika dándole la espalda.
¿Rojo?... ¿Un Kami de la guerra?
El campo de batalla quedo casi en un silencio sepulcral, si no fuera por el ruido de la lluvia estaría todo en silencio. Todos estaban anonadados de tal increíble hazaña. Uno de los soldados sonrió enormemente y temblando un poco exclamo.
¡F-Finalmente! ¡Estamos salvados!
Es él... ¡La leyenda de las fronteras!
¡Salvados! ¡Estamos salvados!
¡El héroe de rojo de la guerra está aquí para salvarnos!
Todas las voces de los soldados fueron calladas de repente. Uno de los látigos del joven corto el torso de uno de los soldados. El pánico se apodero de todos menos de Seishika, cuando el joven giro su cabeza para mirar detrás suya... En su frente estaba una marca que se iluminaba y soltaba un aura roja al igual que sus ojos, y en sus labios, que mostraba unos colmillos, tenía una amplia sonrisa. Los gritos de los soldados inundaron el campo de batalla. Entonces se giró por completo para enfrentarlos.
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El hijo de dos mundos; Asahi, el niño de los Yokais.
FanfictionLa guerra había terminado y Kibutsuji Muzan murió. La paz se restauro y la felicidad broto en los supervivientes de esa sanguinaria batalla. Fueron unos años de paz donde las relaciones se hicieron mas cercanas para algunos de nuestros queridos pers...
