Epilogo del Episodio 1.

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En un lugar oscuro siendo levemente iluminado por fuego, se escuchaban cadenas siendo mecidas por el viento. Una oscuridad sin fin... El Yomi, en lo más bajo y profundo de este mundo de muertos. Un chico de cabellos largos de un tono rojizo se encontraba sentado en una calavera gigante que tenía cuernos, las cadenas que sonaban en el sitio era debido a que estaba encadenado y encima de él las cadenas rodeaban una esfera de colores rojizos. El chico tenía su codo en su rodilla apoyaba su cara en su mano con sus ojos cerrados, unos apéndices con forma de látigo similares a huesos salían de la esfera rojiza, se extendía por el suelo por una zona la cual estaba rodeada con una especie de cúpula rojiza. Cuando estos salían del campo unas dagas estaban clavadas en ellos manteniendo los apéndices en el suelo... A partir de la daga los apéndices se regeneraban como si los hubieran cortado.

La entidad espiritual de este chico se regeneró de nuevo, tan poderoso...

Una voz se escuchó por la zona, un poco lejos de donde se encontraba las dagas unos Oni miraban al joven de cabellos rojizos.

Hambre... Tengo mucha hambre...

Fue otro Oni el que se lamentaba de su hambre acercándose un poco a los apéndices que se regeneraban haciendo como una serpiente que se iba muy lentamente acercando a ellos.

Entonces ese chico no puede salir de todos modos, ¿no?

Si tienes miedo, aléjate y sal del camino.

Los Oni se acercaron a los apéndices y comenzaron a comérselos arrancando cada uno porciones, nunca mordían cerca de la daga para no liberarlos y que fueran atacados. Uno de los Oni se tragó una gran porción y miro al chico.

¿Estará durmiendo?

A veces está despierto, pero no se molesta en prestarnos atención... Mira lo lamentable que esta ahora. Los salvo de nosotros y otros Yokai.

El Oni de cabello largo y cuernos que se curvaban para atrás en la punta, le da la espalda al joven de cabello rojo para mirar a sus compañeros con una sonrisa burlona.

Sin embargo, fue tirado al Yomi siendo sellado en el proceso. Solo fue usado por Seishika, ¡no es más que una simple pieza de Seishika!

El Oni se rio, pero dejo de hacerlo cuando sintió una abrumadora mirada, se dio la vuelta viendo como el joven abrió sus ojos revelando unos ojos rojos llenos de ira y resentimiento. Los Oni comenzaron a huir cuando notaron que estaba despierto.

Oye... Oye tú.

Hablo el joven levantando su brazo señalándolo con el dedo, su voz era baja, pero con un toque de peligro en ella. El Oni se detuvo cuando le hablo. Sintió una presión en su corazón. Y cuando el joven hizo como si tocara algo el Oni grito de dolor como si algo golpeara su corazón. El joven sonrió ladinamente mientras veía como el Oni caía de rodillas para luego poner sus manos en el suelo para que su cara no besara este mismo. Los otros Oni miraban atónitos la escena. Entonces el joven afilo su mirada y abrió la boca para seguir hablando.

No vuelvas a mencionar ese nombre, ¿entendiste?... TCH, que aburrido.

¡No tenemos por qué temerte! ¡Tu entidad espiritual esta sellada en la esfera!

El Oni pronuncio después de escupir un poco de saliva y armarse de valor para girar su cabeza para mirarlo por encima de su hombro. El joven que dejo de apoyar su rostro en su mano lo miro soltando un ¿Hm? Con un tono de diversión.

¿Realmente crees que este sello me mantiene encerrado? Este sello es para proteger a pequeñas y débiles plagas como ustedes y los que habitan en la tierra...

¡N-No puedes amenazarnos! ¡No importa lo poderoso que seas, ¡no puedes salir de aquí! ¡Eres solo un mero prisionero de este lugar!

El joven miro al Oni... No, más bien miraba su interior donde uno de sus apéndices estaba en su estómago. Lo miro burlonamente.

Falta poco, eres el centésimo...

El Oni lo miro confuso cuando el joven se levantó. Grácil, pero al mismo tiempo imponente. Su cabello ondeo al levantarse como si fuera llamas de una gran hoguera reviviéndose. Entonces sus apéndices se regeneraron por completo rompiendo las dagas y estos fueron directamente a la esfera que estaba encima del joven y donde salían estos. La esfera mantenía aprisionado su entidad espiritual. Iba a romperla para liberarse. Los Oni exclamaron atónitos. Entonces la esfera se rompió, creando una honda que había temblar todo. Ese temblor pudo salir del Yomi... En algún lugar lejano llego siendo percibido por un chico de cabellos blancos y puntas doradas. El Oni que le hablo al joven se levantó aturdido mirando como la calavera donde estaba el joven fue medio desintegrada y había un gran cráter.

¿Enserio destruiste el sello y tu entidad espiritual? Simplemente... ¡Esto es divertidísimo! ¡HAHAHAHA! Estas completamente demente. ¿En qué lugar pensaste que estabas? ¡Este es el Yomi, el reino de los muertos! Tu ya no tienes ningún poder espiritual, destruiste tu entidad espiritual para escapar.

El Oni se puso de pie extendiendo sus brazos mientras los demás Oni miraban con un destello malvado en sus ojos al joven el cual estaba indefenso, sin poder para defenderse se había convirtió en el ratón.

Renunciar al poder para la libertad... ¡No solo sigues siendo un prisionero, también has quedado sin fuerza alguna! .... Ahora nosotros ¡VAMOS A DESPEDAZARTE!

Ante lo último todos los Oni saltaron, iban a caer encima del joven para despedazarlo y luego comerlo. Pero el solo sonrió de oreja a oreja mirándolos soltando una risa. Los Oni que se encontraban cayendo sintieron su estómago hinchase cuando el chasquido de dedos del joven marco el inicio de la masacre. Los apéndices que se encontraban en el cuerpo de los Oni comenzaron a moverse y a salir con brusquedad por el cuerpo de los Oni, ya sea por sus bocas o atravesando sus cuerpos.

Los cuerpos fueron cortados en pedazos matando a todos en el acto menos al que estuvo hablando con el joven. La sangre comenzó a caer encima del joven de cabellos rojizos haciendo que se bañara en sangre. Su piel clara fue pintada de rojo mientras el joven extendía sus brazos disfrutando el baño de sangre. Cuando la sangre ceso se acercó al Oni vivo mientras este escupía sangre, se giró a mirarlo ya que yacía boca abajo. Intento hablar, pero solo salía sangre y quejidos. Sus ojos mostraban el desconcierto. El joven lo miro fríamente y poso su mano en el apéndice que salía del Oni, cuando lo hizo el apéndice se rompió y fue absorbido por el joven.

Lo olvidaron tan rápido, ¿acaso no estaban disfrutándolo y saciando vuestra hambre? .... El fuerte sobrevive, el débil cae... Si eres débil, entonces incluso la libertad es efímera. Deja a un lado el amor y el odio. Yo también quise amar y odiar. Quise amar... Quise ser una persona normal.... Ahora realmente parece una felicidad vacía.

El joven piso la cabeza del Oni con fuerza, sin remordimiento ni mirándolo, solo miraba al horizonte donde los demás Oni que no presenciaron eso estaban solo preocupados del temblor. Pero aun así el joven siguió hablando.

Después de todo seré quien gobierne a los Yokais. Yo, ¡Hinoroi! Juré matar a los Oni que devoraron partes de mi y recuperar mi poder que está en sus estómagos. Para regresar otra vez. ¡Donde todo lo que hay en el mundo será aplastado bajo mis pies! Mira bien, Seishika. Saldré de este Yomi que ha cambiado y reduciré todo a cenizas.


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El hijo de dos mundos; Asahi, el niño de los Yokais.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora