Asahi comenzó a recobrar la consciencia escuchando las gotas de agua caer. No era el sonido de cuándo cae gotas en la hierba o al suelo era como... Cuando lo escuchabas en una cueva. Asahi consiguió abrir sus ojos, sus párpados estaban pesados. El techo no se veía el cielo sino más bien el techo de roca de una cueva, giro su cabeza y vio entrar a una de las chicas que le llamó la atención al principio de la selección
- Oh por los dioses me alegro que te despertarás creía que ya no había nada que hacer.
La chica suspiro aliviada y la sonrisa cálida que le mando a Asahi hizo que este se sintiera bien por un momento. Le pareció bastante bonita esa sonrisa, al menos no lo ponía incomodo.
- Do... ¿Donde?...
- Estamos en una cueva, te salve justo a tiempo de ese demonio y te he estado curando con las medicinas que teníamos entre los dos. ¡Tu costado está muy maltratado y la herida de mordisco estuvo a punto de infestarse... Ah! ¡¿Te duele algo?!
La chica se preocupó cuando Asahi comenzó a sollozar. Asahi no le gustaba llorar delante de la gente, pero estaba tan cansado tan herido... Quería irse. Sintió como su cabeza y cabellos eran acariciados por las dulces manos de la chica, con eso dejo que lo consolara con caricias como si fuera un niño pequeño. Aunque bueno era bastante bajito como para hacerse pasar por un niño de diez años. Pasaron unos minutos hasta que el llanto de Asahi se detuvo.
- ¿Estas mejor?
Pregunto la joven acariciando la cara de Asahi el cual asintió despacio. La muchacha lo miraba comprensiva. Para ella Asahi era demasiado joven para enfrentarse a esta prueba, estaba molesta en el fondo porque su cultivador o su tutor la dejaran venir.
- Perdón normalmente no me pongo a llorar así...
Se sentía avergonzado por cómo se comportó con ella... Nunca le gustó le vieran así de débil, siempre quiso aparentar tener la fortaleza de su madre.
- No es malo llorar. Debió ser muy duro y terrorífico como te trato ese demonio, toma un poco de agua debes de estar sediento.
La chica acerco una botella hecha de bambú a la boca de Asahi, fue muy delicada en sostener a Asahi para reincorporarlo con mucho cuidado. Asahi bebió rápido, sediento. Sentía su garganta tan seca como un desierto. Eso hizo que la duda apareciera en su cabeza.
- Cuanto tiempo...
- ¿Estuviste inconsciente? - La chica miro unas marcas que había en la pared más cercana a nosotros. - Quedan 4 noches para que acabe la selección. - La chica puso su palma en la frente de Asahi. - Bajo la fiebre, voy a darte un poco de arroz que lo coci y lo guarde.
- ¿cuatro noches para que acabe?
Murmuro Asahi anonadado, había estado inconsciente tres noches y solo dejo de estar en sus pensamientos cuando un cuenco de madera fue puesto en sus manos, sentía la calidez de este y suspiro. La chica hizo lo mismo con el agua, lo sostenía y le ayudaba a alimentarse. Asahi no se opuso sentía un poco entumecido. Aunque se sentía nervioso, la chica se veía tan dulce como lo trataba que le ponía así de nervioso.
- ¿Me estuviste cuidado y vigilando todo este tiempo?
- Claro, no iba a dejarte a tu suerte con esas heridas.
- A-Ah... - Asahi se sentía estúpido, pero estaba nervioso. - Siento las molestias, ¿crees que pueda levantarme ya?
- Tendríamos que ir con mucho cuidado no están del todo puedo hacer algo para moverte, pero ten mucho cuidado. Me quedare contigo, si un demonio viene de nuevo... - Se veía preocupada de que se abrieran de nuevo las heridas en una pelea a vida o muerte.
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El hijo de dos mundos; Asahi, el niño de los Yokais.
FanfictionLa guerra había terminado y Kibutsuji Muzan murió. La paz se restauro y la felicidad broto en los supervivientes de esa sanguinaria batalla. Fueron unos años de paz donde las relaciones se hicieron mas cercanas para algunos de nuestros queridos pers...