La noche la pasaron sin pegar ojo ninguno, ni tocaron la cena. Se sentían desolados y vacíos. Su cachorro no había mejorado para nada en toda la noche, sus esperanzas poco a poco se iban destrozando.
Kanao y Aoi estuvieron un rato hasta que pudieron sacarlos, necesitaban comer. Iban a revisar al bebe y los convencieron de comer, aunque sea algo blando. Todos que se topaban con la pareja notaban ese ambiente lúgubre y sin colores. Mientras Tanjiro estaba convenciendo a su pareja de comer, Inosuke se había pegado a su lado después de meses de rechazarlo. El estar en ese estado lo estaba haciendo refugiarse en Tanjiro.
Mientras la pareja comía, las dos mujeres desconectaron todo mirándose con una expresión triste.
- Kanao... -Kanao no la miraba solo miraba al bebe que se había muerto. – Kanao... Cariño... -Aoi la aparto de la cama para que dejara de mirar a Asahi- Sera mejor que las dos seamos quien le de las condolecías...
- Era tan pequeño... No pudimos hacer nada... -Murmuro la de mechones rosados mientras la serpiente que de una vez fue de Iguro se frotaba contra la mejilla de su nueva dueña.
Aoi se acercó más a su novia acariciando sus mejillas, desde hacía unos años Kanao se declaró a la de las dos coletas. Claro su relación era secreta, aunque relaciones entre hombres no era tan mal vista las de las mujeres sí. Abrieron la puerta para salir cuando se encontraron de frente con esos dos. Y siendo alguien con un sentido desarrollado notaron que algo pasaba mal.
- Tanjiro... Inosuke... Siento mucho decirlo, pero... - Kanao miro a Aoi y ella suspiro leve mirando con pena a la pareja.
- Él bebe no pud-...
Un sonido estridente corto a la de las coletas. Era el llanto de un bebe, ambas mujeres se giraron incrédulas por lo que estaba pasando. Él bebe que se había muerto estaba llorando a todo pulmón. Inosuke se iba a caer cuando le estaban dando la noticia, pero no cedió debido al llanto de su bebe. Ese llanto desesperado con miedo y pidiendo comer lo sacudió. Sin importar arrollar a las mujeres, entro a la habitación con pasos largos para acercarse a la cama.
Allí estaba su bebe, enérgico como antes de caer en fiebre. Llamándolo con desesperación. No dudo en agarrar a su bebe apretándolo en su pecho comenzando a llorar. Tanjiro no dudo en acercarse con lágrimas, allí estaba su pequeño. Abrazo feliz a Inosuke mientras ponía su frente en el hombro de su pareja, el sí dejaba que le escucharan llorar. Estaban aliviados.
Las mujeres le hicieron muchas pruebas, pero no había nada raro. Estaba sano como si nunca se hubiera enfermado. Cuando todas las pruebas terminaron le dieron unos parches de leche a Inosuke y este se movió automáticamente en alimentar al su cachorro. Asahi no perdió el tiempo, comió como un loco toda la leche vaciando tres parches y casi un cuarto parche. Una vez que se sacio su hambre y eructó, Asahi bostezo sacando una sonrisa amorosa a Inosuke y se acurruco en la mantita en la que estaba envuelto para poder dormir tranquilo. La respiración de Asahi se volvió tranquila haciendo que la calma invadiese a sus padres quienes miraban con amor al pequeño bebe que comenzaba a babear un poco.
Tanjiro más tranquilo agradeció a Kanao y Aoi tanto con acciones como con palabras. Aun con todo ambas mujeres estuvieron trabajando duro para que Asahi siguiera adelante. Inosuke era tema aparte, no se inclinaba ante nadie para agradecer, y tampoco decía nada. Tan solo hizo una mueca extraña e incómoda. Ambas mujeres sabían que eso era lo más cercano que estaría el salvaje de un gracias.
Salir de la Finca Mariposa fue mil veces más agradable que entrar. La vuelta a casa iba a ser más lenta y larga, pero no estarían sufriendo como lo estuvieron ayer. Creían que iban a salir rápido, pero se encontraron con un obstáculo que los detuvo.
ESTÁS LEYENDO
El hijo de dos mundos; Asahi, el niño de los Yokais.
FanficLa guerra había terminado y Kibutsuji Muzan murió. La paz se restauro y la felicidad broto en los supervivientes de esa sanguinaria batalla. Fueron unos años de paz donde las relaciones se hicieron mas cercanas para algunos de nuestros queridos pers...