❝Luz entre tanta oscuridad❞[Itasaku]

[Capítulo 6]:❝Compañeros❞

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La mañana había caido, el cielo estaba nublado. Sakura recién despertaba, tallaba sus ojos llorosos. No había logrado dormir bien esta noche, estaba muy tensa como para descansar tranquila... Toda la noche había estado sumergida en sus pensamientos, en sus miedos. Combinados con un leve llanto como descargo.

Quería levatarse pero no encontraba las fuerzas para hacerlo. No se sentía mal fisicamente sino mentalmente. Su cabeza era una laguna profunda de pensamientos.

Tomó aire pesadamente y se levantó.

Abrió la puerta corrediza de la habitación y salió directamente al salón de la casa.

Cómo era de costumbre, Itachi ya estaba ahí. 

―Buenos días. ―Habló Sakura―

―Buenos días.―Contestó él con sequedad―

―Y...¿Cómo te encuentras con tu ojo?―Preguntó incomoda―

―Bien, por el momento no duele.―Respondió―

―Pues, mejor así...

―Ahí tienes tú desayuno.―Comentó―

―¿E-Eh?...―Dirigió su vista a la mesa. Podía visualizar unos huevos fritos en el plato―...G-Gracias...―Dijo apenada― ¿T-Tú ya...?

No pudo terminar la pregunta.

―Si, ya comí. Si esa es tú pregunta.―Respondió anticipadamente―

―Oh, está bien...

Sin más se sentó para comenzar a comer. Notó que al lado del plato había dos pallilos metalicos, ¿Los habrá encontrado por la cocina?

Seguramente.

Dió un mordisco al huevo y realmente estaba delicioso. 

―Está muy bueno, Itachi.―Felicitó a este con una sonrisa―

Itachi no dijo nada, pero se sentía halagado. Tenía conocimiento con la cocina. No era el mejor cocinando, pero tampoco el peor.

Un leve recuerdo nostálgico se le vino a la mente: Cuando cocinaba para Sasuke.

Qué buenos tiempos aquellos...

Sakura terminó de comer su desayuno, lo había disfrutado para ser tan simple. Era ahora que quedaba en blanco, que no sabía que decir para cortar el silencio en el ambiente.  Ciertamente, era intimidante todo de él, pero más sus ojos negros. Tan opacos... Tan profundos.

Sakura no quería imaginarse al Uchiha con un arrebato de ira.

―Me alegra que te haya gustado.―Habló―

―O-Oh, estaba muy bueno.―Respondió temerosamente―...¿Sabes cocinar?...―Preguntó curiosa―

―Mh, podría decirse que si.

―Eso es...Bueno. Yo nunca fui muy buena.―Respondió―

―Todo es cuestión de práctica.

―Supongo que tienes razón...

Un silencio de unos cuantos segundos se hizo presente hasta que volvió a hablar el azabache.