Capitulo 13

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Abro los ojos de golpe atormentada por esa pesadilla y me quejo cuando intento sentarme, ya no siento las heridas pero el dolor mental sigue ahí, suspiro y me vuelvo a recostar en la cama, esta muy cómoda, mejor que las del arca.

—Vaya, jamás creí que alguien pudiera dormir tanto.— dice una voz masculina.

Miro en su dirección, Ricky esta  sentado en una silla sonriendo y con ojeras en sus ojos.

—¿Cuanto tiempo dormí?— mi voz sale ronca.

—Dos días...— acerca la silla a la cama y se posiciona a mi lado.

—Wow, yo...¿Y Clarke?— pregunto después de un momento pensando.

—Esta con la Comandante y otros terrestres...creando un plan para derrotar Monte Weather supongo, ayer enviaron a Bellamy para que sea un infiltrado...— sonríe forzado —Ella ha estado aquí todo el tiempo que puede, no tiene mucho, ya sabes...ahora es nuestra Comandante o algo así.— ríe un poco.

Asiento y desvío la mirada de él hacía la puerta de la habitación, supongo que estoy en una casa terrestre a juzgar por las antorchas en las paredes y los muebles de madera muy bien hechos.

—¿Puedes traerme agua?— siento la garganta seca.

—¡Claro! seguro debes morir de sed.— se levanta torpe y sale.de la casa.

Suspiro cerrando los ojos y recordando todo lo que paso antes de caer inconsciente, los terrestres me torturaron y no pude evitar recordar el arca, mis años allá arriba fueron lo peor de mi vida, torturas, burlas, golpes, cansancio tanto mental como físico...fue horrible. Creí que lo había olvidado y superado el año que estuve encerrada en la prisión del cielo, supongo que vivir la misma situación dos veces hace que los traumas del pasado vuelvan.

Escucho a alguien entrar y abro los ojos para ver a Ricky parado con una bolsa de agua en su mano, se acerca de nuevo a la silla y me entrega la bolsa. La agarro y la bebo toda como si nunca hubiera bebido agua en mi vida, suspiro de satisfacción y veo a Ricky mirarme.

—Vamos, dispara...— le sonrío un poco forzada.

—¿Qué?

—Tienes esa cara que hacía Finn cada vez que quería preguntarme algo.— recuerdo levemente y sonrío realmente.

—¿Cómo? ¿Ahora soy el nuevo Finn o algo así?— pregunta en broma soltando una risita.

La sonrisa se me quita de la cara y lo miro seriamente.

—Jamás podrías ser como Finn, nadie podría serlo, él...era único en su especie.— siento un nudo en mi garganta y cierro y abro los ojos varias veces para evitar las lágrimas.

—Esta bien, si, lo siento, no debí haber dicho eso...anoche, mientras dormías estabas gritando...Clarke intentó despertarte pero no pudo, se fue porque no te quería escuchar sufrir y...bueno, no dejaste dormir a la mayoría del pueblo...¿que soñaste?— pregunta lentamente.

Me quedo callada por un tiempo asimilando lo que dijo, bueno, claramente tuve una pesadilla, de esas que no tenía desde el arca, cuando baje a la tierra con los 100 ya había olvidado todo, todo estaba lejos en mi mente, pero ahora...con la tortura de los terrestres yo...recordé todo y ahora confundo ambas torturas.

En la pesadilla Jaha y Lexa hacían un trato para que ambos me torturaran, hubo un momento en el que vi a Finn, Raven y Clarke acercarse para cortarme ellos mismos y no podía moverme, estaba atrapada y solo podía gritar.

Fue horrible.

—Solo...una pesadilla del arca.— contesto intentando olvidar eso.

—Entiendo...no tienes que contarme, ¿quieres que llamé a alguien?

—No, esta bien, prefiero estar solo contigo ahora...eres el menos empalagoso.

Ríe y se sonroja un poco.

—Esta bien, si...

Y solo nos quedamos ahí hablando, mis traumas quedaron olvidados pero ese lapso de tiempo en el que solo reía y bromeaba con Ricky, es un buen chico, me cae muy bien.

(...)

Después de un tiempo me cansé de estar encerrada y salí de esa casa, todos los terrestres no han dejado de verme con temor en sus ojos, según me contó Ricky, piensan que como me torturaron, ahora yo los mataré con mi super-velocidad y no vendrán venir el ataque así que están alerta en cualquier momento, llevo alrededor de diez minutos buscando a Clarke por toda la aldea sin usar mi velocidad para no asustar a nadie, y cuando intento preguntar todos se alejan asustados.

—¡Hey, Daiana!— alguien grita detrás de mi justo cuando iba a salir corriendo.

Volteo y miro a Anya acercarse, trago saliva y miro a mi alrededor, al parecer todos ya se habían olvidado de mi y suspiro algo tranquila.

—Hola Anya.— saludo algo tensa.

—Hola, yo...quería decirte...quería...dis...disculparme contigo.— dice ella también algo tensa.

Sonrío un poco y me relajo.

—Esta bien, no...no llegaste a hacerlo...

—Lo se, pero...sentí que debía disculparme...tú...estabas traumada.

—Lo estoy, eso...me trajo recuerdos que creí haber olvidado.— digo bajando la cabeza.

—Si...mmm...sabes, lo de enseñarte mi idioma sigue en pie.— levanto la cabeza solo para verla sonreir un poco.

—Vaya, es la primera vez que te veo sonreir genuinamente.— sonrío con ella.

Su sonrisa se borra y mira a todos lados como temiendo que alguien la haya visto hacer algo tan mundano como sonreir.

—¡Solo bromeo! si, quiero aprender trigadilan pero después, ahora busco a mi novia.— digo riendo un poco.

—Trigedasleng.

—Pero me entendiste.— dicho esto salgo corriendo de ahí.

Recorro el bosque hasta que encuentro a Clarke sentada en un tronco hablando con la Comandante quien tiene un trapo amarrado a su hombro sosteniendo su brazo, ¿que le paso? ni me importa, karma por torturarme.

Me paro justo frente a ellas y ambas levantan la mirada alerta con sus armas en las manos.

—Tranquilas, solo...buscaba a Clarke.— digo con un nudo en la garganta.

—¡Diana!— Clarke se levanta y corre hacía mi.

La atrapo en mis brazos y la aprieto contra mi cuando se lanza, cierro los ojos y escondo mi cara en su cuello aspirando su olor a fresas. Después de un momento se aleja y toma mi rostro en sus manos para unir nuestros labios, pongo mis manos en su cintura y disfruto del beso lo más que puedo.

Escuchamos un carraspeo y eso nos hizo separarnos, había olvidado a Lexa.

—Debemos irnos...el Pauna puede rastrear nuestro olor.— dice con la voz algo tensa.

—Si, lo siento...

La Comandante me ve un momento y yo desvío la mirada, no había visto a Lexa, ví a Jaha.

Idiota - Clarke Griffin 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora