Capítulo 4.

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¿Qué?¿alguien nos espiaba?

Me alejé lentamente de la hermosa mejilla de Crawford, en verdad quería que ese beso fuera en dirección a sus labios.

-Crawford, perdona- le dije sintiendo cómo nos sonrojabamos. Yo le dirigí varias sonrisas nerviosas, recibiendo lo mismo de su parte.

Soy una chica explosiva, demasiado. Creo que se imaginan lo que ocurrió:

Me paré de mi asiento, tirándole mi bolso a Crawford.

Posé mis rodillas en el asiento, mirándo a los chicos de atrás; rápidamente tomé aire y grité:

-¡SON TODOS UNOS IDIOTAS! ¿QUÉ SE CREEN? ES UN AMIGO, ¿ACASO SON TAN ESTÚPIDOS COMO PARA OBSERVAR QUE LO SOMOS?- esta vez, elevé mi brazo adornado por el hermoso abrigo de terciopelo, sin darme cuenta, estaba haciendo una grosería con mis dedos.

"El dedo que meteré por sus culos si no paran de hablar" pensé.

-Idiotas...- susurré, mientras me ponía cómodamente en mi asiento, riéndo casi a carcajadas con Crawford.

-Oh, mi bolso, dámelo- le dije a Crawford, el cual negó con la cabeza.

-No nen...Ellen, yo la llevo, no te preocupes- Crawford me sonrió pícaramente, es irresistible.

Elevé mi mano y la llevé a su cabeza, quitando rápidamente su gorra y sonriendo torpemente.

-Soy buena ladrona, ¿eh?- le dije a Crawford, dando golpecitos a su mano.

-Esa gorra se parece a la...espera...¡Ellen!- gritó suave Crawford, haciendome cosquillas y riendo ambos a carcajadas. Tomé su gorra y la llevé a su suave cabello, adaptandolo a su comodidad. Sonriendo y riendo más fuerte.

-Te ves bien así, mejor te lo quedas- acaricié su hermosisima mejilla pálida y suave.

-Tu igual te ves bien Ellen- dijo Crawford.

Nuestras risas fueron interrumpidas por la chica de sonrisa amigable, la que me observaba a cada instante, regalandome sonrisas.

-¡Hola! Mi nombre es Ellen- le dirigí una sonrisa, y ella me respondió con otra.

-Hola Ellen, mi nombre es Hannah. Un placer. Oye...¿se conocen? ¿Acaso son novios?- dijo Hannah con una linda sonrisa.

Crawford y yo nos sonrojamos demasiado esta vez, y las risas pararon, se hicieron sonrisas tímidas.

-No...no lo somos- dijo Crawford. Agh, ojalá Hannah no hubiese preguntado eso.

-Ah vale. Es....¿entonces son amigos?- dijo Hannah, un poco incómoda.

-Claro que lo somos, oye Hannah, me gusta tu estilo- sonreí. En verdad, se veía muy bonita.

-¡Pierre Di Martë, su parada!- anunció el conductor. Ofreciendome una linda sonrisa otra vez, yo respondí igualmente.

-Hannah, Ellen, nustra parada- anunció Crawford, con esa linda sonrisa tierna y amigable.

-Vamos- dije yo. Caminamos por el estrecho pasillo del autobús, junto con los bastardos de atrás.

Ya abajo, el autobús se fue y todos ibamos entrando.

-¡Mi bolso! Rayos, se fue en el autobús...ay...quiero matarme- le dije a Crawford y Hannah, quienes me miraron y rieron.

-Ellen, yo tengo tu bolso- dijo Crawford, mostrandome el bolso que tenia en su mano.

-Ellen, reacciona, estas en otro planeta- dijo Hannah con su dulce voz.

Luego entramos a la preparatoria.

Terciopelo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora