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Narrador omnisciente.

  - ¡Amor! ¡Ya llegué! — gritó el pelinegro al entrar al hogar, se dirigió directamente a la cocina para dejar las bolsas encima del mueble.

  - Estás acá. — el rubio se acercó a saludarlo con un beso y rodeó sus brazos en el cuello ajeno. — ¿Qué es todo eso? — preguntó mirando hacia la bolsa.

  - Comida — sonrió rodeando la cintura del rubio. — Voy a preparar una cena deliciosa para contarte la noticia.

  - ¿Tan importante es? — el rubio sonrió también, acercando mas su rostro al del pelinegro, dando así un beso esquimal.

  - Lo es, mi vida. ¿Qué te parece si mientras yo cocino vos te das una ducha y luego preparás la mesa? —

  - ¿Me estás diciendo sucio? — fingió indignación.

  - No, para nada. — sonrió de lado. — Solo supuse que vas a querer estar limpio para lo que viene después de la cena. — susurró encima de los labios ajenos.

  El rubio rápidamente se alejó de su novio soltando una risa, — Sos un sucio. — acusó. — Pero ahora mismo voy. Apuráte que tengo hambre. — se giró y comenzó a alejarse hacia la habitación que compartía con el pelinegro.

  - ¡Como diga su majestad! — gritó para que el rubio lo escuche, a cambio solo recibió una carcajada desde lejos.

  El pelinegro se concentró en finalizar la comida, en cuanto esta estuvo lista el rubio ya había terminado de ordenar la mesa y lo esperaba sentado en esta.

  - Parece que alguien está ansioso por comer. — se burló.

  - Ansioso por terminar de comer y saber qué es ese secreto que venís guardado. — contraatacó, el pelinegro soltó una carcajada.

  - Ya vas a saber.

  Terminó de acomodar la comida y se sentó al lado de rubio para comenzar a comer. Llevaban una charla amena; cada uno hablando de su día y las cosas que hizo cada uno estando lejos.

  - Volví a casa a eso de las cuatro, mis pies no dan más del cansancio. — se quejó el rubio.

  - Te daré un masaje más tarde. — ofreció Jungkook. — Ahora creo que es momento de contarte lo que me pasó hoy.

  - Ya te estabas tardando. — el rubio se acomodó para quedar frente a frente con su novio. — ¿Qué es?

  El castaño carraspeó y comenzó a contar.

  - Estaba saliendo del estudio cuando me encontré con una persona, alguien que ambos conocemos. Estuve realmente sorprendido por verla ahí, hace unos meses dejé de saber de ella cuando decidí dejar la universidad. Nos pusimos a hablar y ella me comentó que su padre está haciendo audiciones para trainees en su empresa, al instante me interesé y le pedí más información. — tomó una leve pausa. — Bueno... resulta que ella me ofreció a hablar con su padre. — sonrió.

  - ¿Ah, sí? ¿Para qué? — el rubio lo miró muy interesado en lo que estaba contando.

  - Me dijo que puedo entrar en la empresa sin necesidad de una audición ya que ella ya me escuchó y está bastante segura de mi talento. Obviamente no pude decir que no, ¡es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo! — chilló.

  - ¡Por Dios! ¡Estoy muy feliz por vos, amor! — el rubio rápidamente se lanzó encima de su novio y comenzó a repartir besos por su rostro. —

  - Yo también, solo me pidió algo a cambio, pero para mí es lo mínimo, realmente no me importa.

  - ¿Qué te pidió? — preguntó el rubio alejándose, se acomodó mejor en el regazo de su novio y lo miró concentrado.

Only me • kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora