Capítulo #11 : El País de Las Olas Parte 6, ascenso y caída.

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Con Tristán.

La explotación generada por el último ataque fue la más grande que hubo desde que comenzó la batalla. Cuando el humo se dispersó se pudo ver a un gravemente herido Raiga tirado en el suelo boca arriba, varias partes de su cuerpo habían sufrido quemaduras de tercer grado debido a las descargas eléctricas y de hecho la única razón de que el peli verde no esté reducido a cenizas en estos momentos es que sus espadas, las cuales terminaron tiradas lejos de él, bloquearon la mayoría del ataque pero no lo suficiente como para salvarlo, estaba acabado.

Poniéndose a un lado del derrotado Shinobi Tristán, quién había vuelto a activar la primera fase de su marca demoníaca, se preparó para terminar con su trabajo.

¿Tus últimas palabras? – Preguntó el oji negro alzando su arma por encima de su cabeza.

– Ranmaru....... ahora eres libre – Murmuró el moribundo espadachín para luego posar su mirada en los ojos de su verdugo – Perdona... su... vida... él es... inocente – Pidió a duras penas.

Sí esa es tu última voluntad, entonces la respetaré - Declaró Tristán para alivio de Raiga – ¡Hasta nunca!.

En un solo movimiento la cabeza del Ninja Renegado fue separada de su cuerpo y el Cazarrecompensas procedió a guardarla en su dimensión de bolsillo para luego hacer lo mismo con sus espadas y finalmente usar sus llamas infernales para incinerar el cuerpo.

– Listo – Se dijo a sí mismo Tristán desactivando su poder y guardando su arma.

– Diste una gran pelea Tristán, y demostraste una mejoría en tus habilidades, tus padres estarían orgollosos – Elogio el mago Gowther manifestando su proyección mental.

– Gracias viejo, éso significa mucho para mí. Por cierto ¿que pasó con el compañero de Raiga? Nunca antes había metido a alguien en mi dimensión de bolsillo y me preocupa que eso lo haya lastimado de algún modo – Cuestionó el peli plata genuinamente preocupado por ello.

– No te preocupes por eso Tristán, el haber metido a ése muchacho en tu dimensión de bolsillo no lo daño de alguna manera, pero tienes que saber que el chico se alteró demasiado cuando fue separado de Raiga tanto que tuve que noquearlo para que no causará problemas.

– Ya veo – Murmuró el oji esmeralda dando un suspiró – Supongo que no le alegrará enteran sé que Raiga está muerto.

– No, tal parece que eran sumamente cercanos – Coincidió el demonio rubio.

– Bueno ya me preocupare de eso después, por ahora lo mejor será que me dirija al Puente.

– Sí, si esto ha de acabar lo hará allí – Dijo Gowther para luego desvanecerse.

– Sólo esperó que no sea muy tarde.

Dicho eso Tristán aceleró a toda velocidad con dirección al puente, en donde se llevaría una desagradable sorpresa.

Con Reiko.

Cuando la técnica de Reiko estalló se generó una onda expansiva que le afectó incluso a ella. Reincorporando se la oji zafiro se tomó un momento para recoger su katana para posteriormente acercarse a su derrotado enemigo el cual estaba tirado en el suelo boca arriba, el cuerpo de Ralph había sufrido quemaduras severas a causa de la electricidad pero sin duda la parte más afectada fue su brazo derecho el cual se había incinerado por completo. Poniéndose aún lado del ahora lisiado hombre la joven Uchiha se preparó para acabar con él.

– Fin del camino Demoledor – Dijo Reiko alzando su arma lista para matar – ¿Tus últimas palabras?.

– Lo..... sabía.... tú eres..... su... hija verdad.... eres igual a............... tu padre – Dijo Ralph a duras penas a lo cual Reiko no contestó solo le dirigió una mirada fulminante antes de hacer su movimiento – Kurotsuchi, espero que algún día puedas perdonarme, adiós mi niña – Pensó el castaño un segundo antes de que su cabeza fuera cortada.

El Hijo del Demonio y la Diosa (En Pausa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora