El Hijo del Demonio y la Diosa (En Pausa)

Capítulo #12 : El País de Las Olas Final, el Puente hacia el Futuro.

Poco tiempo después, casa de Tazuna.

La difícil batalla por el destino del País de Las Olas había, finalmente, terminado. La noticia de la muerte de Gato y también de la mayoría de sus seguidores había recorrió rápidamente todo la Nación Isleña, los habitantes nativos no pudieron evitar sentirse más que eufóricos, al fin eran libros, en poco tiempo se comenzó a escuchar rumores de una celebración a gran escala para conmemorar el final de la tiranía pero por acuerdo unánime dicho festejó se postergará hasta después de la terminación del Puente.

En éstos momentos, en la resistencia del viejo constructor, los Ninja de la Hoja, el dúo de Cazarrecompensas y sorprendente mente el par de Renegados que sobrevivieron se encontraban descansando ya que algunos aún tenían heridas que sanar.

Poco después de que todos despertarán y al ver que Gato y sus fuerzas no estaban a la vista se decidió que lo mejor sería retirarse a recuperar energías antes de que el pequeño mafioso los volviera a atacar ó en su defecto enviará a alguien más para hacerlo, sin embargo antes de que pudieran emprender el viaje de regreso a la casa de Tazuna tanto Tristán como Reiko solicitaron permitirles a Haku y Zabuza el poder acompañarlos, dicho pedido fue rechazado por la mayoría de los presentes, incluyendo el espadachín que alegaba no necesitar la ayuda de nadie, pero increíblemente el único que estuvo de acuerdo fue Kakashi quién argumento que en el momento en que ambos Renegados fueron traicionados por su cliente ellos dejaron de ser sus enemigos y que por lo tanto no había razón para no brindarles su ayuda, esas palabras fueron suficientes para convencer, de mala gana, a los Genin y al viejo constructor y por su parte la usuaria de hielo no tenía ningún problema con aceptar la ayuda que sus "amigos" les estaban ofreciendo el único que seguía sin estar de acuerdo era Zabuza el cual le insistía a su sobordinada que se largaran de allí pero un rápido movimiento de Reiko lo dejó inconsciente una vez más para que posteriormente Tristán usará sus poderes telequineticos para así transportarlo con mayor facilidad. Durante el camino algunos de los presentes, Naruto y Sasuke, no pudieron evitar preguntarle a los demás que fue lo que pasó mientras ellos estaban noqueados a lo cual su Sensei les dio un breve resumen de lo que ocurrió, hasta donde recuerda, para finalmente decirle a sus alumnos que no tenía ni idea de qué fue lo que pasó al final y que suponía que por alguna razón que él desconocía Gato había decidido huir del lugar sin matarlos, fue en ése momento que de la boca de Reiko salieron unas palabras que absolutamente nadie esperaba escuchar.

– Gato a muerto – Reveló la rubia sin mirarlos y con una expresión estoica.

Dicha declaración dejó de piedra a los presentes y aunque algunos exigieron una explicación la susodicha sólo los ignoró y siguió su camino mandándole una que otra mirada a su compañero el cual había permanecido muy callado desde que logró calmar, con dificultad, su llanto dicha acción aunque fue muy sutil no pasó desaparecida por el Jounin de la Hoja. Cuando arribaron a su destino el grupo fue recibido felizmente por Tsunami e Inari quienes al principio sintieron alivió al ver a todos regresar a salvo y luego sintieron miedo al enterarse de las dos presencias inesperadas, a pesar de que una estaba inconsciente, pero rápidamente se les dijo que tanto la usuaria de hielo como el espadachín ya no representaban amenaza alguna para ellos y además Tazuna aprovechó para informarle a su familia sobre la presunta muerte de Gato y tras una confirmación por parte de Reiko, que de nuevo se negó a dar detalles, tanto madre como hijo tuvieron diferentes reacciones; la mujer comenzó a llorar de dicha pura y luego abrazó a cada uno de los Shinobis de la Hoja y a los Cazarrecompensa mientras les agradecía infinitamente por haberlos salvado, especialmente a Tristán quién literalmente los salvo hace rato, por su parte Inari comenzó a correr directo a la ciudad argumentando que todo mundo tenía que enterarse de ésto.