El Hijo del Demonio y la Diosa (En Pausa)

Capítulo #1 : Nacimiento, el Puente entre Mundos.

Nos encontramos en unos de los muchos bosques de Britannia, en dónde en la parte más profunda de éste se llevaba a cabo un acto que para muchos sería algo común pero para los presentes de dicho acto significaba el nacimiento de algo único, y es que precisamente éso estaba pasando un nacimiento ó mejor dicho un parto, en el cuál la mujer en labor no paraba de dedicarle unas lindas palabras al padre de su aún no nacido bebé.

- Maldita sea Meliodas, si me vuelves a hacer pasar por esto te meteré un Ark por tu... AAAAHHHHHH - Fueron las amena, es decir, palabras lindas que le dedico la embarazada mujer al ahora identificado Meliodas.

El susodicho por su parte no pudo evitar temblar de miedo al imaginarse el dolor que su amada estaría más que gustosa en proporcionarle.

- Elizabeth-Sama por favor puje un poco más ya casi terminamos - Dijo el hombre que aparentemente estaba fungiendo como el doctor en éste casó.

- Es fácil para ti decirlo mago Gowther, tú no eres el que está pasando por esté maldito dolor... AAAAHHHHHH - Dijo la ahora identificada como Elizabeth con mucho enojo al ahora identificado como el mago Gowther.

- Sate sate sate, ojalá no sea una niña, ya que de serlo de seguro será tan quejumbrosa como su madre - Dijo el enano rubio con su característica cara chibi.

- Así, pues entonces, si es un niño.

- Entonces será un himan de chicas, igual que su padre - Interrumpido el enano oji verde a la mujer peli plateada.

- Ustedes dos ya dejen de pelear, que parecen un viejo matrimonio.

- TÚ NO TE METAS EN ESTO MERLÍN - Gritó la oji bicolor mujer a la ahora identificada Merlín.

- Sus peleas simbolizan no sólo su amor sino también su nerviosismo ante la situación actual.

- SAL DE MI CABEZA GOWTHER - Fue el segundo grito que dio la ya muy enojada mujer al percatarse de la invación mental que aplicó la marioneta.

- Lo siento sólo trataba de aligerar el ambiente - Se disculpó la marioneta peli rosada.

- Todo mundo silencio, que el momento llegó - Dijo el mago demonio.

Fueron minutos angustiantes en los cuales los únicos sonidos que se escucharon fueron los quejidos de Elizabeth, hasta que finalmente estos se detuvieron, reemplazados por un llanto, el llanto de un bebé.

- Nació - Susurró el ahora padre.

- Felicidades Meliodas-Sama Elizabeth-Sama es un varón - Felicitó el lisiado mago sosteniendo al recién nacido en sus brazos.

- Un varón, quién lo diría - Dijo la pequeña maga tomando al recién nacido en sus brazos para limpiarlo con un trapo y envolverlo con otro.

- Ya soy papá - Dijo el emocionado Meliodas limpiandose las lágrimas y tratando de tomar a su hijo de los brazos de Merlín - Hijo.

- Alejate, la madre debe verlo primero.

- A, bueno.

La pequeña continuó su caminó a expensas del ahora desilusionado Meliodas hasta llegar al lado de Elizabeth para poner al bebé en frente de su cara.

- Mi bebé, al fin puedo verte - Dijo la ahora felíz madre para posteriormente lavantar la parte superior de su cuerpo pudiendo así sostener a su bebé en sus brazos.

- Mira mi amor, tiene tu hermoso cabello - Habló el padre señalando el cabello plateado de su hijo.

- El suyo es mucho más brillante que el mío, pero si tiene tus bellísimos ojos - Habló ahora la madre señalando los ojos verdes de su hijo.