10: A MI NO ME METAN EN SUS ASUNTOS.

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El omega de cabello azul, observaba de brazos cruzados cómo su cuñado, junto a Taehyung, estiraban una cinta métrica a través de la habitación, tomando apuntes

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El omega de cabello azul, observaba de brazos cruzados cómo su cuñado, junto a Taehyung, estiraban una cinta métrica a través de la habitación, tomando apuntes.

—No deberían gastar su domingo en esto, en serio —murmuró Jungkook. —Ni siquiera se me nota el embarazo aun.

—Cuanto antes, mejor, cuñadito —rebatió Yoongi. —Aquí hay tres metros —le informó a su prometido, quien lo anotó en una libreta, asintiendo. —Tienen un espacio pequeño y necesitarán optimizarlo al máximo, ya que no planean mudarse a un sitio más grande...

—Y esos arreglos llevan tiempo —añadió Taehyung.

—Hm... —el aludido les dio la razón. —De todos modos, una mudanza no es algo que nos podamos permitir.

—Y por eso estamos aquí —comentó Yoongi, feliz de poder ayudar. —Cariño, vamos a medir la otra pared —le indicó a su prometido.

—Ya verás lo bonito que quedará todo —Taehyung le regaló una sonrisa y Jeon asintió con los labios apretados en una sonrisa.

—Bien, entonces... Iré a preparar algo para el almuerzo —anunció, señalando vagamente hacia la cocina con un gesto de su mano, antes de irse del todo. No quería ser grosero con la pareja que tan amablemente habían llegado a casa, con la sincera intención de ayudarles. ¿Qué de malo podía tener?

Soltó un suspiro y rebuscó en la alacena, luego abrió la nevera y sacó otro poco de cosas. Tenía algo de carne de ternera, por lo que lo acompañaría con verduras salteadas, arroz blanco y el kimchi que Jimin le había traído en su visita anterior. Sin embargo, no llegó muy lejos, cuando el extraño olor de la carne le revolvió la bilis, haciéndolo arrugar el rostro debido al asco. Era la segunda vez que experimentaba la fuerte sensación de las náuseas, y lo odiaba.

Se esforzó en respirar pausadamente, alejándose del origen de sus males, pero nada sirvió y acabó corriendo al cuarto de baño, pasando en una sombra borrosa junto a su cuñado y amigo, con una mano cubriendo su boca. Luego de cerrar la puerta sonoramente, Yoongi y Taehyung lo escucharon vomitar.

—¿Cuñadito? ¿Estás bien? —soltó Yoongi, preocupado acercándose a la puerta.

—Obviamente, no está bien... Hyung, deben ser los síntomas del embarazo —acotó.

—¿No es algo tardío? —dudó, alzando una ceja hacia su pareja.

—Namjoon hyung dijo que podía pasar —recordó la última cita a la que lo acompañó. —No todos los embarazos funcionan igual... —más arcadas se escucharon desde el interior del baño y ambos pausaron su charla, compadeciendo al pobre chico. —Dios Lobo, espero que a mi no me toque tan duro... —dijo en un murmullo bajo, como si hablara para sí mismo, pero como el mayor estaba cerca, lo oyó. Le lanzó una mirada extraña y Taehyung relamió sus labios, nervioso. Aun restaban un par de meses para su boda, y ellos nunca hablaron más allá de eso. No había planes de hijos o algo similar, todavía. El rubio parecía que quería hablar, pero temeroso de que sus ilusiones fueran pisoteadas, alzó la voz antes. —¡Jungkookie! ¿Necesitas algo?

̶I̶M̶ PERFECT LOVE ~ JinKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora