-Sólo te pedí una cosa, ¿cuál fue?
-Que no te preñara.
-Y, ¿qué hiciste?
-Te preñé.
ADVERTENCIAS:
-Intento de #Humor
-Omegaverse
-Capítulos Cortos
Idea original. No se aceptan copias ni adaptaciones.
[TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS]
──sʀᴛᴀᴍιιʀɴᴀ ᴇɴᴛᴇ...
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La frente de Seokjin estaba enrojecida de todas las veces que sus dedos habían frotado esa zona, mientras hablaba por teléfono con su omega, cuadrando la siguiente cita con el obstetra (a.k.a. su cuñado Kim Namjoon).
Los días parecían volar últimamente y el embarazo de Jungkook casi alcanzaba su tercer mes de gestación, lo que le dejaba al alfa sólo cuatro meses para juntar el dinero suficiente para una propuesta de matrimonio inolvidable, ver cómo hacer espacio en su diminuto departamento para las cosas del bebé, y tener todo listo.
—Kookie, bebé... ¿No puedes cambiar la cita para la tarde? O, ¿para otro día? —rogó, dejándose caer en su cómodo asiento tras el escritorio. —Lo sé, bebé... Pero, tengo muchísimo trabajo hoy... y si no logro solucionarlo, también mañana... —explicó. La puerta de su oficina se abrió, dejando ver el rostro urgido de Minhyuk, quien apremiaba a que terminara pronto su llamada, a lo que Seokjin sólo pudo fruncir sus labios, atado de manos entre lo laboral y lo personal. —Kookie, cariño... por esta vez, sólo por esta vez... ¿puedes hacerte acompañar de tu hermano? —cerró los ojos al oír la respuesta del otro lado. Lee, cruzado de brazos en el umbral de la puerta, revisó su hora en su reloj de pulsera, movimiento que no pasó desapercibido para el alfa. —Sí, olvidaba a los niños, perdón... Y, ¿qué hay de Taehyungie? —buscó más opciones. —No te preocupes, yo hablo con Yoon y le explico... él no va a retenerlo en el refugio... es voluntario.
—Ingeniero Kim... —habló bajo Minhyuk, dando dos toquecitos con su dedo índice sobre su reloj.
—Kookie, tengo que dejarte, bebé... Pero, te prometo arreglarlo todo... —finalizó su llamada en un susurro. —Y te compensaré en casa... Te amo, adiós.
—Lamento interrumpir su llamada, ingeniero Kim, pero el jefe está presionándonos y...
—Sí, lo sé... —lo calmó, acercándose a su subordinado para salir junto con él de la oficina. —Está desesperado por ver funcionando el nuevo programa de seguridad.
[...]
La consulta de rutina, había marchado bien. El cachorro lucía sano y crecía de acuerdo a lo esperado. Jungkook mantenía un peso adecuado y lo demás era historia. Taehyung se despidió de un eternamente serio Namjoon, y junto a Jeon, salieron de la clínica.
—Nunca pensé que los latidos se escucharan como un pequeño tren —se maravilló Tae, con los ojos brillando de ilusión.
—Taehyungie... ¿puedo preguntarte algo... personal? —dijo Jungkook, viéndose confundido con el ceño fruncido y una ligera amargura tiñendo su olor dulzón.
—Por supuesto, somos mejores amigos, ¿no? —lo envolvió con un brazo.
—Te lo pregunto a ti, porque eres la única persona que conozco que ha encontrado a su destinado —puntualizó, y el otro asintió, a la espera de su pregunta.