O n e S h o t s | A. F. I

3♡

Hoy era la fiesta sorpresa que habíamos preparado para Luke y Ashton por su cumpleaños.

Estábamos muy emocionados, ninguno se lo esperaba ya que elegimos una fecha intermedia; días antes del cumpleaños de Luke y días después del de Ash.

Calum los mantuvo ocupados hasta las 8:00 pm.

Fue realmente agradable ver sus caras de asombro ante toda la gente que acudió a celebrar con ellos.

Corrí hacia Ashton y lo abracé de una manera muy eufórica.

—¡Feliz cumpleaños, grandulón!—Sonreí para después dejar un suave beso en sus labios.

—Gracias, preciosa.-dijo aún sobre mis labios.

Extendí una caja de regalo hacia él y pude ver la sorpresa en sus ojos cuando vio que se trataba del reloj que habíamos visto en una plaza hace unas semanas.

-Sorpesa, Ash.-le sonreí y lo abracé.

—Esto es grandioso, no sé cómo agradecerte.— me dijo acariciando mi mejilla.

—Bueno, tengo un par de ideas.— le guiñé un ojo. Estaba a punto de besarlo nuevamente cuando una voz, o más bien un grito, nos interrumpió.

—¡Hey! Hermano, feliz cumpleaños.— Michael se acercó para abrazarlo y detrás de él venían Luke y Calum.

—¡Feliz cumpleaños, amigo! ¿Qué se siente ser el imbécil mayor? —dijo Cal con una sonrisa muy grande.

—Pero si tú también eres un imbécil.— Ashton le dijo con un tono burlesco.

—Seh, pero al menos no soy el más grande.

Todos reímos y procedimos a disfrutar de la fiesta.

Ashton me sirvió un vaso con vodka y después de varios más, fui con unas chicas a la pista de baile. La música tenía un ritmo latino y era lo que mejor se me daba al bailar.

Comencé a mover las caderas y en ese momento sentí la mirada de Ashton sobre mí, él estaba en el sillón, se encontraba fumando marihuana. ¿Cómo podía verse tan jodidamente sexy?

Seguí bailando, di un giro y al regresar la mirada al sillón me di cuenta que él ya no se encontraba ahí. No importaba mucho, quizá fue al baño.

¿O no?

Sentí sus grandes manos posarse en mis caderas y su respiración contra mi oreja.

—¿Qué haces bailando sola, muñeca?—a pesar del ruido pude escuchar su ronca voz y eso bastó para ponerme la piel de gallina.

—Quizá sólo esperaba que algún chico guapo se acercara a bailar conmigo.—le respondí dándome la vuelta para poder mirarlo a los ojos.

—Bien, tu tiempo de espera terminó.—volvió a girarme y comenzó a mover mis caderas con sus manos puestas en ellas.

Dejé de concentrarme en la música cuando sentí los labios de Ashton sobre mi oreja y dejando besos por la zona.

Intencionalmente rozo mi trasero contra él y puedo sentir su creciente erección sobre sus pantalones.

—¿Podemos irnos ahora?— dijo sonando desesperado.

Yo sólo asenti.

Ashton me tomó de la mano y salimos casi corriendo de la casa de Mike.

Y sí, ni siquiera nos despedimos.

Subimos a mi auto y conduje lo más rápido que pude, afortunadamente no estaba tan ebria y pude manejar sin inconvenientes.