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Estaba frente al espejo, viendo como los maquillistas hacían su trabajo y una chica me arreglaba el cabello.

Todos detrás de mí parecían estar corriendo para ver que no faltara nada, de aquí para allá verificando que las cosas que pedimos estén en orden.

Y al parecer todo estaba listo, menos yo.

—Listo, señorita— dijo el chico que me estaba maquillando.

—Luce preciosa, él quedará encantado—habló la chica del peinado.

—Muchas gracias— murmuré.

Ellos se alejaron y yo pude verme al espejo detalladamente.

El maquillaje era perfecto y el peinado lo hacía lucir aún más bello, no era para nada exagerado, era sencillo y muy bonito.

—Cariño...— escuché la voz de mi madre en la puerta de la habitación—te ves hermosa— me tomó de mis mejillas de manera suave.

—Gracias, mamá—mis ojos se cristalizaron y la abracé.

—¿Qué pasa, mi niña?— preguntó con un dulce tono de voz.

—Nada, es solo que... ¿Crees que sea la decisión correcta?— pregunté.

—Eso debiste pensarlo antes, ¿te arrepientes?— preguntó.

—Es que no sé— bajé la mirada.

—Sabes que puedes contarme lo que desees, mi amor— su ceño fruncido me daba a entender que estaba muy confundida.

Y yo también lo estaba, ya no sabía qué era correcto y qué no lo era.

Quería a Luke, pero dentro de mí sabía que no estaba bien.

—Lo sé mamá, pero no es nada, en verdad.

Inmediatamente mis ojos se cristalizan, porque sí lo sabía y no lo quería mencionar, no debía.

—No llores, no si es de tristeza, se supone que debería ser un día feliz para ti— dijo limpiando aquella lagrima que logró salir.

—Tienes razón, trataré de estar bien— sonreí de forma forzada.

Mi madre apretó mi mejilla suavemente y salió de mi habitación para ir a ver no sé qué cosa de la ceremonia.

Volví a quedar frente al espejo y me di cuenta que realmente lucía preciosa, todo era perfecto... O bueno, casi todo.

—Toc, toc... —escuché su voz en la puerta—te ves hermosa—dijo sonriendo.

—¡Ash! Viniste—corrí a abrazarlo y sólo en ese momento sentí que estaba completa.

—Por supuesto que vine, no me perdería éste día por nada del mundo.

No deseaba romper el abrazo, quería que durará para siempre.

Ashton y yo éramos amigos desde que yo tenia cinco años y él tenía siete, crecimos juntos en todo sentido, su madre y la mía eran amigas y nosotros seguimos con ese lazo.

No fue hasta la adolescencia que noté que tenía un pequeño crush con él, pero él estaba enamorado de alguien más.

Cada que me contaba de ella deseaba estar en su lugar y sentirme amada por él de otra forma que no fuera amistad.

Y las cosas siguieron cambiando cuando entró a una banda con Michael, Calum y Luke, a quienes conoció por Internet.

Recuerdo que fui a su primer concierto, ultra masivo por cierto, ahí los conocí. Al principio me daba un poco de pena hablarles, pues sentía que no les caería bien, pero me hicieron sentir cómoda y al parecer los cinco teníamos el mismo pésimo sentido del humor, nos reíamos de todos los chistes que contábamos.

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⏰ Última actualización: May 02, 2023 ⏰

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O n e  S h o t s | A. F. I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora