Capítulo Seis

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En el presente:

Jennie's POV

El sabor del pecado es dulce. Ridículamente dulce —como miel sumergida en azúcar— Es satisfactorio por un momento distinto antes de darse cuenta de que es demasiado y te arrepientes de tomar un bocado. Sobre todo si eres como yo y has tomado el mayor bocado que la boca podría manejar.

—Jennie, no hay manera de que vayas a ser capaz de ir allí y engañar a los chicos en la creencia de que sabes algo de lucha clandestina.

—No sabes de mi poder de persuasión. —Me reí—. Y mis habilidades de actuación también son grandiosas. Estaré bien.

—Por desgracia, yo sé acerca de tus malas habilidades de aspirante a actriz. Además, no tienes ningún poder de persuasión. —Rosé negó con la cabeza—. El hecho de que has visto un vídeo de YouTube sobre cómo persuadir a la gente a creer que eres invisible no significa que tienes alguna loca habilidad. De hecho, eso no te da ninguna habilidad y te hace un poco idiota.

—Voy a creer no he oído eso. —Me quedé mirando mi reflejo en el espejo—. ¿Crees que debería cortarme el pelo? ¿O teñirlo? ¿O algo?

—De ninguna manera. —Rosé se levantó y me agarró del brazo—. Si cortas tu hermoso cabello, te mataré. —Sus dedos jugaban con mi cabello castaño largo y suspira con envidia—. Tienes el cabello magnífico, Jennie. ¿Sabes lo que haría por su cabellera castaña?

—Te dije que te lo venderé a ti. —Le sonreí y me quedé mirando su melena rubia—. Sin embargo, la mitad del mundo desea tener el cabello rubio natural como tú.

—Uh-huh. —Se dejó caer en la cama—. De todas formas, esto no es sobre mí. ¿Realmente vas a tratar de infiltrarte en el ring de combate?

—Sí. —La miré con entusiasmo—. Esta es mi primera misión real. No puedo estropear esto.

—No va a ser peligroso, ¿verdad? —Me miró con una expresión de preocupación—. Tú no quieres que traiga a Lalisa aquí, ¿verdad?

—Lo que sea. —Rodé los ojos mientras en mi interior me sonrojaba ante la mención del nombre de su hermana.

—Sabes que totalmente va a conducir hasta aquí por si cree que estás haciendo algo malo.

—No se lo dirás. —Le di una mirada severa, y se rió.

—Se podría pensar que es tu hermana y no la mía. —Ella sacudió la cabeza—. Aunque supongo que debería estar agradecida de que ella cree que tiene dos hermanas menores. Estoy muy agradecida de que ella esté en tus asuntos más de lo que está en los míos.

—Argh. Yo no —gemí—. Mi madre le pidió que cuidara de mí cuando tenía seis años. Ella no tiene que seguir haciendo las cosas como si fuera su trabajo.

—Es por qué te quiere como una hermana —explicó Rosé—. Ella juega el rol de hermana sobreprotectora aun.

—Sí, lo hace. —Le sonreí antes de darme la vuelta y caminé hacia mi armario.

—¿Te he dicho que va a hacer viaje alrededor del mundo en pocos meses?

—¿Oh? —Me di la vuelta, sorprendida y traté de tranquilizar el latido de mi corazón—. ¿Por cuánto tiempo?

—Ni idea. Ella cree que se irá por un año o dos.

—¿Un año? —Fruncí el ceño.

—Sí. —Asintió—. Deberías estar feliz. Estoy entusiasmada. Por fin podemos salir con chicos y no tienes que actuar como si fueras parte del FBI y ellos criminales.

⌗𝐒𝐢𝐧 ; 𝐉𝐞𝐧𝐥𝐢𝐬𝐚 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora