En el presente:
Lisa's POV
La parada del bus estaba en un lugar desolado. Una ubicación que se ajustaba a mi estado de ánimo. Me quede allí esperando con ansiedad y pánico corriendo a través de mis venas, aunque eso era la culpa que en su mayoría penetraba. Saque el teléfono de mi bolsillo y llame al hospital.
―Hospital Mercy ¿A quién puedo dirigir su llamada?
―Estoy llamando para verificar a un paciente ―dije rápidamente en el teléfono.
―Señorita, no podemos dar información privilegiada a través del teléfono.
―¡Jamilah Brown es su nombre! ―grite―. ¡Necesito saber si está bien!
―Señorita, me temo que tendrá que venir al Hospital.
―¿Qué piensa que estoy tratando de hacer? ―grite y colgué el teléfono rabiosamente. Me sentí enferma del estómago mientras estaba allí. Si Jamilah no lo logra, nunca me lo perdonare.
Me preguntaba que debería haber hecho para prevenir esto. Le había dicho a Jamilah que no nadara en la piscina sola. Me prometió que no lo haría. ¿Debería haberle dicho a su madre? No había querido que se le prohibiera totalmente la natación, y lo había prometido. Me prometió que no iría sin mí.
Pero no puedes estar ahí todo el tiempo, Lisa.
Cerré mis ojos mientras pensaba en ella en la piscina. Había tenido un calambre, su madre lo había dicho cuando llamo llorando. Había ido a nadar tarde en la noche y se le habían acalambrado las piernas en la parte más profunda. Había tragado mucha agua. Había estado cerca de ahogarse. Mi corazón se detuvo por un momento. No sabía lo que eso significaba. No sabía si ella estaba bien. Si moría, no sabía que haría yo.
Es una señal, una voz susurro en mi interior. Es una señal de que no deberías estar con Jennie.
Cada vez que dormí con ella, algo mala pasaba. Sabía que el universo estaba diciéndome que no la merecía. Era demasiado pura e inocente para mí. Era buena, mientras que yo era mala. Eso no significaba que dejaría de amarla. Solo significaba que yo tendría que comenzar a resistirme.
Hacer el amor con ella esta noche, había sido como el cielo en la tierra. Se había sentido incluso mejor que la primera vez. Me había sentido como si regresara a casa de nuevo. Encajo contra mí tan perfectamente. Durante unos minutos, todo en mi vida había parecido que iba a estar bien. Si cerraba mis ojos y me quedaba completamente quieta, podía aun olerla. Ese olor a sexo y pecado mezclados juntos hizo mi sangre hervir. No sabía que una mujer podría afectarme tan profundamente. Sabía en mi corazón que nunca habría nadie más para mí. Jennie era la única. Siempre había sido la única. Sentí las lágrimas rodando de mis ojos cuando me di cuenta que tenía que dejarla.
El bus se detuvo alrededor de veinte minutos más tarde y salte en el, dirigiéndome a un asiento de la ventana. Mire por la ventana preguntándome que había hecho mal en mi vida para ponerme en esta posición. Entonces me sentí furiosa porque estaba sintiendo lastima por mí misma. Aún tenía mi vida. Todavía tenía mi familia. Había tenido una vida bastante afortunada mientras crecía.
Mis pensamientos se dirigieron a Jamilah y la vida que tenía, teniendo que cuidar de su hermano. Debería haber hecho más. Podría haberme esforzado más. Debería haber estado allí para ella. Mi corazón dio un vuelco al pensar en su rostro ansioso y su sonrisa. Todo lo que ella quería era llegar a los Juegos Olímpicos. Todos teníamos sueños como esos en un momento de la vida. Solo deseaba que no hubiera ido a esa piscina por la noche. Si no hubiera ido al viaje de campamento, entonces podría haber estado en casa y llevarla a la piscina yo misma. Podría haber cuidado de ella.

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⌗𝐒𝐢𝐧 ; 𝐉𝐞𝐧𝐥𝐢𝐬𝐚 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧
Fanfic𝐋𝐚𝐥𝐢𝐬𝐚 𝐌𝐚𝐧𝐨𝐛𝐚𝐥 𝑇𝑎𝑡𝑢𝑎𝑑𝑎. 𝐶𝑎𝑙𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒. 𝐿𝑎 ℎ𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑎 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑎𝑚𝑖𝑔𝑎. 𝐹𝑢𝑒𝑟𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑙𝑖́𝑚𝑖𝑡𝑒𝑠; 𝑎 𝑒𝑥𝑐𝑒𝑝𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑑𝑒 𝑎𝑞𝑢𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑢́𝑛𝑖𝑐𝑎 𝑛𝑜𝑐ℎ𝑒. 𝐀𝐪𝐮𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐮́𝐧𝐢𝐜𝐚 𝐧...