Capítulo Ocho

2.2K 212 5
                                    

En el presente:

Jennie's POV

Salí corriendo del gimnasio con lágrimas en los ojos. Debería haber sabido que Lalisa era Batman. Siempre había sido Batman. No entendía porque me había rechazado. Bueno, supongo que era una mentira. Entiendo por qué. Solo no lo esperaba.

Me siento como si no pudiera respirar mientras caminaba a mi coche. Verla me había afectado profundamente. Me sentía sin aliento. Cuando me saludo con la mano, sus ojos se habían iluminado por un breve segundo. Por una fracción de segundo, pensé que todo iba a estar bien. Que me había perdonado. Que se había perdonado a sí misma. Que estábamos bien. Pero entonces la luz se había desvanecido, sus ojos se habían oscurecido y se alejó sin siquiera reconocer mi existencia.

Sabía que se culpaba por lo que había sucedido. Sabía que la culpa debía ser devastadora en su interior. Lo sabía porque la culpa estaba todavía asolándome. Todos los días. Me sentía como si fuera una mujer promiscua. La puta de Babilonia. Sabía porque ella me odiaba, porque me odiaba a mí misma. Pero aun así, mantuve la esperanza.

Mi respiración sigue atrapada de cuando la vi. Mi corazón todavía saltaba cuando la vi. Como había deseado el día en que volviera a verla. Mi alta, maravillosa Lalisa. Se veía más sudorosa y en forma de lo que recordaba. Habían pasado cuatro años desde que la había visto. Cuatro largos años. Y nadie se dio cuenta, aparte de mí. Sabía que Rosé no pensaba nada de esto. Pero por supuesto, ella no sabía. No podía saber.

Entro en mi coche y me siento ahí por un tiempo, solo dejando mis lágrimas fluir. No había esperado que se sintiera como esto. Había esperado este momento por años. Lisa fue mi primer amor. Mi único amor. Y anhelaba el día en que llegaría a verla de nuevo. Había esperado que fuera como había sido en el principio: fácil, sin preocupaciones, amorosa. Siempre había sido mi protectora, más que la hermana de mi mejor amiga. Había sido como mi mejor amiga también. Solo había ido y arruinado esto. Lo había arruinado todo en un impetuoso momento.

Hace cuatro años:

Era la última noche de nuestras vacaciones de verano y mientras estaba feliz de haber disfrutado de las últimas dos semanas de verano con mi mejor amiga y su familia, también era increíblemente triste. Había visto a Lisa y a Minnie salir cada día y había estado celosa. Muy, muy celosa. No era que no me gustara Minnie. Era a todas luces una dulce e inteligente chica. Pero yo no la quería con Lisa.

Lalisa se sentó junto a mí en el sofá. —Hey, chiquitina. ¿Qué estás pensando?

—Nada. No puedo creer que esta sea nuestra última noche. —Le sonrió y trato de no temblar cuando pone su brazo sobre mis hombros.

—Lo sé. —Asiente con la cabeza—. Se pasó tan rápido.

—Ni siquiera tuvimos la oportunidad de pasar mucho tiempo juntas —solté, y luego gemí por dentro. ¿Por qué estaba siendo tan obvia?

—Tú y Rosé parece que han estado muy ocupadas.

—Minnie y tú se veían ocupadas también. —Podía escuchar los celos en mi voz y me mordí el labio inferior con vergüenza—. No es que haya nada malo en eso, por supuesto. Están enamoradas.

—No estamos enamoradas. —Lisa sacude su cabeza—. Lejos de eso.

—Oh. —La mire a los ojos y vi una emoción que nunca había visto antes—. Pensé que lo estabas.

⌗𝐒𝐢𝐧 ; 𝐉𝐞𝐧𝐥𝐢𝐬𝐚 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora