Los lobos no pudieron sentirse tranquilos aún cuando hubieran visto que no habría pérdida alguna, uno de los suyos estaba con una niña inmortal, un vampiro de ojos rojos y eso ya lo veían como traición. Pero el alfa debía ver el motivo antes de exiliarlo de la manada. Esa reunión estaba por verse, en cuanto lo volvieran a ver, era seguro que habría una reunión con el Concejo Quileute.
Mientras que por el lado de la niña inmortal, aunque hubieran ido tras el clan de Volterra, eso no equivalía a que todo era menos que el otro asunto. Solo los reyes se habían quedado en el límite de Canadá, para hablar de un asunto con la niña inmortal, quien sabía que a pesar de que no había ley que la afectara estos vampiros no dejarían huecos así como así, y estaba preparada para esa consecuencia a dictar.
-Sé que hemos hecho el tratado de no inmiscuirnos en el asunto del otro, solo si es muy importante hacerlo. Pero, aunque no seas un vampiro común, debes rejir alguna ley, espero comprendas el motivo. -expresó Aro con cautela hacia la niña.
Quién los observaba aún siendo protegida por ambos lobos que no estaban para nada cómodos con esos reyes ni con la vibra que percibían en este rey en particular.
-Comprendo totalmente. Evitar huecos por donde puedan hacer que te derroquen es la mejor estrategia, taparlo era de esperarse. Sin embargo, sabrás que no podrás hacernos daño, así que... Expresad vuestra ley nueva.-la niña inmortal siempre trataba de poner una postura neutral y educada, aun cuando quería solo matar a todos y ya, sin ningún drama.
-Niña inteligente. -admiró con una sonrisa maquiavélica Aro. -Ley #2. 1. INMORTAL INFANTE. "Cualquier infante inmortal que exponga a nuestra raza, cree nueva raza o siquiera exponga su particularidad distinta a lo común en público humano. Deberá estar atento a sus propias consecuencias; ser parte de la guardia o bien, dejar de existir." tras esta ley, te propongo guardar tu relación reservado para todo público. Mientras tus mascotas no ataquen a los míos, no existirá guerra entre nosotros. ¿Se comprendió? -pregunta Aro, ya habían hablado hace tiempo de esta ley entre los tres, así que, no suponía sorpresa ni para Março ni Caius.
La niña observa de reojo a sus lobos, a sus compañeros e internamente suspira, era un bien que debía acontecer. No todos los días se observaba una niña inmortal con dos lobos que eran enemigo de la raza. Aquello debía ser controlado, viese o viese algún vampiro.
-Queda comprendido. Aunque he adquirido una duda. -expresa algo incomoda ante las miradas de los reyes, quienes se intrigan ante ello.
-Dinos.-expresó Caius impaciente.
-Si llegarán a buscarme expresamente a mi, ¿tengo su permiso para expresar tras apariencias que estoy bajo su mando? O podré extinguir al enemigo, en mi caso?-pregunta la pequeña niña inmortal.
Los reyes no habían pensado en ello, pero saber que esa niña, a pesar de apariencias estuviera en sus manos. Les pareció excelente idea tener una supuesta arma.
-Si logras avisar con antelación tu problema, y vemos correcto, lo puedes eliminar. Un menos, uno más no interesa mucho, mientras no expongas nuestra existencia, no nos confiere saberlo. Sin embargo, tu propuesta de advertir que eres de nuestro Clan, es aceptada. Tal vez de ser solo una apariencia, cuando pasen los años quisieran unirtenos. -expresó Aro con una mirada deseosa.
-Hasta que no pase, no diré ningún comentario. Me gusta mi libertad, tal vez cuando me aburra, se haga realidad vuestra fantasía. -expresa despreocupada, tampoco era que lo viera mal ayudar a ese Clan. -Estoy agradecida de hacer tratos con vosotros. Gracias por su tiempo.
Aro, Março y Caius la ven, sin embargo es el tercer rey quien se acerca a la niña con intenciones de imponer su presencia, logrando que uno de los lobos gruña al vampiro.
-Aún no me parece correcto verla con dos chuchos, son nuestros enemigos por naturaleza. -expresa con molestia Caius-¿que son ellos para ti? Sé directa.
La niña inmortal se relaja al saber que su escudo indirectamente siempre los protegerá de estos tipos de acercamiento. Por lo que, en cuanto se separa de sus lobos para acercarse al vampiro y luego empuja ligeramente a Caius con su campo protector. Haciendo fija la interacción de seriedad con el rey.
-Son mis compañeros. Y para ellos, soy la suya. Mas de este número no creo que vayan a venir, y si los hay, nunca podremos ser dañados, ni siquiera tengo ganas de dañaros a vosotros, así que por favor. Olvídese de nosotros, y siga con su atención importante, nosotros no merecemos su atención, Rey Caius. -expresó con total educación e ingenio la niña.
Caius se sintió importante, cómodo y divertido por la forma de ser hacia él, nunca iba a admitir que le agradaba la educación y seriedad con la que le hablaba la niña inmortal. Por lo que retrocedió, dando razón a lo dicho, no le interesará más de lo que debe ser.
-Mucha razón, gracias por cumplir con lo dicho. No los tocaremos, siempre y cuando no nos ataquen. Recuerda lo. -expresó puntillista Caius, quedando conforme.
Março no tenía ningún dilema más, así que ambos reyes se despiden con un ligero asentamiento de cabeza, y se retiran, hasta ya no verlos más. Siendo así como la niña se permite caer sentada al suelo por el estrés vivido, suspirando con fuerza y dejándose caer de espaldas al suelo.
-Por fin... En paz.
«No lo creo... Mi manada me ha visto, y no se como volver como si nada y expresar que te encontré como impronta. Me da que no les ha caído bien que estuviera siquiera del lado de esos vampiros.» expresa apenado quil, mirándola curioso por cómo parecía estar cansada.
«No es difícil, podemos volver pero deberás hacer visitas rápidas. Ya debemos marchar antes de que alguien más nos quiera atacar.» „expresó Kehe haciendo que la niña inmortal se recostase por una de sus patas.
La niña sólo había aceptado dicha acción debido a que necesitaba un respiro mental, por lo que cerró sus ojo y dejó de hablar.
«¿porque pareces tan cansada?» pregunta Quil curioso.
-Porque todo esto me genera estrés, odio no mantenerme en perfil bajo, cuando menos llamo la atención menos me miran como un bicho. -expresa la niña sintiendo cansancio en sus párpados. -quieres ir a tu casa? Seguro?
Quil no sabía si era seguro, pero debía despedirse mínimo de su familia y de la manada, para poder salir intacto de viaje como parecía que debía pronto ser. ¿Sería bueno tener un encuentro con ellos, hoy día?
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Niña Inmortal (Crepúsculo)
FanfictionEn la historia de los vampiros cuentan que los niños inmortales eran seres considerados aún más bellos superiormente a lo que uno de la propia existencia inmortal lo fuere, la ternura y la belleza tocaba profundo en todo aquel ser que los viese, tan...