19. Chofer Jacob

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Jacob había llegado ya hace bastante tiempo, tanto que tuvo espacio para bañarse, cambiarse de ropa e ir nuevamente a su cochera. Era normal en Quil al menos llegar unos minutos tarde en sus encuentros, era Embry quién lo hacía llegar a tiempo.

No se demoró más de tres minutos al estar esperando para luego escuchar pisadas acercándose hacia él. A un costado del lado derecho, al lado contrario donde salía estacionar su moto iba llegando a trote su amigo.

—Hey amigo. —saludó Jacob.

—Perdona la demora Jake, hola... —Quil jadea un poco encorvado hacia el suelo, con una mano descansando en su rodilla, para recobrar aliento de la maratón que había hecho.

—¿Qué te entretuvo esta vez?—pregunta Jacob curioso y divertido.

Quil lo mira entre agradecido y también nervioso, por lo que suspira tras esto se recompone en postura, lo mira con una expresión de amistad pura e ilusión. Jacob se preocupa un poco por esa mirada, por lo que al escuchar lo siguiente se queda estático.

—Mi impronta. La he encontrado, Jake. Y ella creo que se ha puesto celosa de nuestra amistad. Por eso demoré, ya que la tuve que calmar. —admitió a medias, sin embargo la mirada de Jacob con la ceja alzada y los brazos cruzados lo hizo sonreír mas nervioso.

—¿No será que estabas tu nervioso, y te tuvo que calmar? Amigo, no se si te recuerdas que te conozco desde que teníamos pañales, sabes...—dice Jacob con una expresión burlona.

Quil siente el calor en sus mejillas, para luego sentarse sobre una rueda de auto cercana al cochera donde arreglaba su moto su burlón amigo.

—¿Que...? Espera, haz dicho impronta. —dice cayendo en cuenta Jacob.—¡Felicidades amigo! Estoy muy feliz de que también la hayas encontrado. —le da una palmada en la espalda tras dedicarle una sonrisa sincera de felicidad a su amigo.

Quil siente emoción y sus ojos se cristalizan de felicidad, tanto que sin querer las lagrimas se le escapan. Las limpia pero igual la felicidad de al menos haber sido felicitado por su hermano de manada, por su gran mejor amigo era lo mas hermoso y valioso que ahora podía pasarle.

—Hey, Hey... ¿Porqué lloras? He dicho algo mal?—pregunta Jacob preocupado.

—Eres el primero que me felicita y no ha sido tosco conmigo. En verdad te lo agradezco Jake, gracias de verdad. —solloza sin querer y sin poder evitar el llanto emotivo.

Jacob espera que se tranquilice y lo mira extrañado, tal vez la expresión seria de Sam se debía a que tal vez su amigo no se había imprimado de alguien de la tribu, si no que tal vez fuera similar al suyo.

—Tranquilo, siempre te voy a apoyar.

Quil se intenta calmar, asintiendo agradecido al tener un amigo así, sin embargo, la prueba de fuego se encontraba en la siguiente pregunta.

—¿Quién es? ¿Cómo es ella? ¿Dónde la conociste, Quil? vamos en confianza. —anima Jacob al no escuchar nada mas que la respiración congestionada causada por el llanto.

—La conocí en el bosque en medio de una guardia. Justo a días del encuentro con los reyes de ojos rojos. Ella se encontraba sola, hecha bolita en un hueco de un árbol cerca de nuestras tierras, pero aun en medio del terrero de los Cullen. —empieza a contar aquel día, recondandolo con nostalgia, aquel día si que había sido una sorpresa.

—Vaya día para encontrarla. —dice Jacob al escuchar tal situación. Aunque sigue curioso de saber más.

—Ella estaba llorando, yo había dejado mi forma lobo con la intención de acercarme a ayudarla, pero un chico mayor casi identico a nuestro tono de piel, llegó a ella. Le habló con tanta familiaridad que al principio creí... Creí que eran hermanos, pero no se parecían en nada. Ella es muy pálida, identida a los Cullen... Solo que...es similar a Ness. —empieza a decir con cautela mientras estira sus dedos nervioso por el momento.

Niña Inmortal (Crepúsculo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora