O2. Encuentro

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La pequeña niña de cabellos castaños había llegado a la residencia de donde provenía el aroma. De por sí, por ser una reencarnada sabía como llegar a la mansión de los Cullen. Pero saber que después de tantos años lejos, teniendo su modo de supervivencia al igual que su propio Aquelarre de niños inmortales, le traía trabajo del cual mantenerse entretenida.

Había decidido que estas serían sus vacaciones, pero esto la involucraba tener que actuar antes que los Vulturi, no le gustaba estar bajo la mirada de muchos, mas que nada por las malinterpretaciones que estos dejaban que se cree con el tiempo. Ya hace unas horas que estaba sentada entre las ramas de la copa de un pino cercano a los Cullen, debido a su escudo ella y sus niños estaban protegidos, habían pasado desapercibidos.

—Es curioso que no nos vean. —dijo asombrado el pequeño pelirrojo de 7 años, que jugaba y sin estar muy concentrado en una cosa, ya iba rompiendo una ranita entre sus manos.

—No vayas a echar las migajas. —advirtió con voz autoritaria la niña de cabello marrón. —Que no nos vean no significa que no puedan ver lo que cae de un árbol. —comentó intentando concentrarse en la charla.

—Respira o explotarás como globo, hermana. —susurra tímidamente la pequeña igual de pelirroja de 7 años.

La mayor suspira sin necesitarlo y respira cediendo a la idea, este tema la tenía muy seria y eso aunque no lo quisiera admitir, a los dos niños les daba miedo la mirada asesina que esos ojos rojos advertían.

Su mirada recayó en los vampiros que estaban fuera ya de la casa. Se observaba perfectamente como estaban charlando con las Denali pero de un momento a otro, Senna y Zafrina se acercaban entre grandes saltos hasta quedar en la mira de los vampiros de ojos amarillos.

—Son Senna y Zafrina. —cuenta Edward al verlas— Han escuchado hablar de nosotros.

Bella atrae a su pequeña Reneesme a tomarle de la mano, la pequeña niña que parecía niña Inmortal. Esta se acerca a curiosear las recién llegadas y contar acerca de la verdad, al menos eso parecía ante el transe en el que entraban al contacto de las manos de la pequeña niña.

—¿Es ella a quien buscamos, hermana? —pregunta la niña pelirroja con curiosidad.

—Escucho sonidos raros de su pecho y parece respirar, hermana—expresa el niño pelirrojo con extrañeza.

—Supuestamente es a quien debemos reclutar y salvar. —expresa la niña con voz pasiva pero inconforme, tras una mueca en sus labios.— Recuerden intervenir solo si hay necesidad.

—Si, hermana. —responden quedándose juntos en la rama donde antes estaba la niña mayor de 12.

Mientras que la niña Inmortal cae como pluma al suelo, alertando a los vampiros que se encontraban charlando con los que habían llegado.

—¡Ella si es una niña Inmortal! —sisea una de las hermanas Denali, Tanya.

—Esto no es posible. —dice Eleazar tras no poder leer siquiera algo más por venir de la niña.

—¿Quién eres? ¿A qué has venido? —exige saber Edward protegiendo a su esposa e hija.

Bella había alzado en brazos así hija tras aquella amenaza, todos sentían sus cuerpos en amenaza al ver a la niña cara pálida de ojos rojos.

—Debemos matarla ya, ¡por esto si nos matarán! —exclama Kate totalmente preparada para atacarla con sus dones.

La pequeña niña Inmortal hizo una mueca ante tanto ruido causado, demasiado charla para su gusto.

—¿Matar? Ya estamos muertos por culpa de los suyos... El término correcto sería «exterminar», señorita Kate Denali. —expresó la niña mientras sin querer bostezó de aburrimiento. Empezando a pestañear varias veces para espantar al sueño.

Tras esos pestañeos las hermanas Denali habían saltado a atacarla, sin embargo chocaron contra un muro duro e irrompible que las dejó caídas al suelo. Eso sin duda había inquietado a ambos niños, temían que los adultos dañaran a su única familia.

—Que patético. Atacarme... —bosteza de nuevo y una lagrima se muestra retenida en el lagrimal del ojo— con la guardia baja.

—¿Que mierdas quieres? —gruñe adolorida Kate intentando electrocutar el campo pero este solo parecía rebotar el don en contra del que lo poseía.

—Si tan solo me dejaran hablar. Ni siquiera os ataqué y ya buscaron dañarme —dice la niña con desinteres, mientras mira al árbol por un instante. —Aida, Eien... Bajen.

Tras esos nombres dichos los vampiros se sintieron aún más amenazados, si los Vulturi ya venían por una falta erronea por los Cullen, ahora con la presencia de estos niños que en verdad eran inmortales, verían motivos para matarlos.

—Entonces... ¿Que quieres, niña Inmortal? —pregunta precavido Edward, incapaz de poder percibir ningún pensamiento de los tres niños que ve enfrente.

—Queremos conocer a esa niña. Nos avisaron de una niña Inmortal. —se expresa tranquilamente ante el cobrizo mientras se limpia los ojos, algo molesta por las lágrimas estancadas. —Solo vinimos a verificar el rumor.

—No hay ninguna niña Inmortal, Reneesme crece cada día ¿quién te envió? —pregunta Bella, la boca suelta. Intentando cuidar a su hija. Estaba más que nunca embelezada por la belleza de la "niña Inmortal" en verdad que estos tenían sus ojos rojos, eran vampiros en aspectos de niños.

—Así que Reneesme. Nombre muy propio de la extraña especie, si que sí. —expresa intrigada, debía fingir no saber mucho de la niña porque luego debía dar un comentario justo ante el encuentro para Aro. —Soy la segunda niña Inmortal, Vasily fue el primero, pero lastimosamente fue asesinado por ser incontrolable, pero yo... Soy la líder de esta especie, así qué, déjenme juzgar los hechos y tal vez no morirán cuando la nieve se congele.

Edward se tensa al igual que Bella, esa última frase era sin duda igual a las palabras de Alice, pero... ¿Cómo una niña Inmortal sabría acerca de ello?

—Tu... Tu sabes de ello y sigues existiendo. ¿Porqué? —pregunta aún alerta Tanya, mientras ayuda a parar a Kate.

—Porque yo soy la única que puede controlarlos, y sigo en la búsqueda de la cura en la que los vampiros con deseos egoístas involucran a niños inocentes. —expresa sincera mientras deja su mano derecha e izquierda en las cabezas de la niña y niño pelirrojo.

—¿C-cómo? —pregunta intrigado Carlisle y a su vez Eleazar.

—Les daré la información justa, pero luego de conocer por quien he venido. —comenta cortando el rollo inquisitivo de información de aquellos adultos.

—Q-quiero conocerla mamá. —dice Reneesme curiosa, intentando que su madre ceda y la baje al suelo.

—Hija.

—No la dañaré, quiero comprobar por mis propios medios si es o no, lo que han dicho los rumores. —dice suavemente dando un paso. —Se que ser madre y querer cuidarla cuesta, pero confía, no tengo nada por el cual crear una pelea.

—No hablas como una niña. —dice Senna bastante seria.

—Tengo mente de adulta. Pero cuerpo de niña, y eso es una larga historia —explica con desden.

—Bien... Confiaré —expresa Bella alejando a Edward y mostrando a Reneesme a la niña Inmortal.

—Hola... Soy Reneesme. —saluda tímidamente la niña de cabellos con rulos, la mejillas con ligero rubor y con una respiración suave casi imperceptible.

—Un gusto, Soy Kurai Eien, una niña Inmortal —expresa dulcemente tras una sonrisa.

Le parecía tierna, la niña era tierna, pero era muy diferente a lo que eran ellos como trío de niños.

Niña Inmortal (Crepúsculo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora