¡Primera historia del especial Halloween 2022!En medio de la oscuridad, tres sombras caminaban. Las luciérnagas revoloteaban en el entorno, bailando y saltando, iluminando parcialmente a los tres individuos, eran tres simpáticos animales, uno era pequeño, de bigotes medianos y unos ojos inteligentes que parecían brillar en la oscuridad. El otro era grande y parecía cambiar de tamaño en cada paso, a veces era tan pequeño como la primera sombra, y otras era casi cinco veces más grande. Su mirada noble y seria no parecía distinguir tan bien en la oscuridad, pero su nariz negra, común en todas sus formas estaba moviéndose, temblando un poco en un sonido de aspiración que recuerda a un olfateo amigable y tierno. El tercero era diminuto, tan pequeño que se podía posar en la cabeza del segundo sin problemas. Estaba mirando a los lados mientras su brillante pico reflejaba la luz de las luciérnagas. Sus ojos, inteligentes y sagaces sabían reconocer el entorno y analizar cada detalle, sus plumas de colores opacos y secos tranquilizaban el ambiente que en ocasiones se sentía tenso. Todos iban a un mismo destino, una misma caverna. Eran los enviados a una misión secreta. Eran los elegidos de los humanos, quienes habían visto sombras fundiéndose en el cielo, ocultándolo en tristeza durante la noche. Ellos tres fueron mandados a la caverna de la luz, fueron a buscar que le pasaba a las estrellas, por qué desaparecían de la nada, apagándose y dejando espacios vacíos. Era un camino largo y demorado, pero que tenía una regla. Nadie debía detenerse, nadie debía parar de caminar, no debían hablar, y sobre todo, no debían olvidar su destino, así llegarían a su meta, la cueva de la luz. El gato Laumer, el perro Carin y el pájaro Fulim. Los tres fueron escogidos por los humanos para encontrar las estrellas, y descubrir si podían volver. Avanzaban sin descanso durante la noche, hasta que llegaron a la cueva, una cueva de piedra y con algunos rasguños que creaban imágenes de soles, destellos y círculos, invitaba a los recién llegados a entrar. Y así lo hicieron, en silencio entraron a la cueva, siendo sorprendidos por una intensa luz amarilla, que de alguna forma, no lograba llegar al exterior. En medio de la estancia estaban unos diminutos animales, posados en el techo, como si la gravedad no les importara, se agarraban con fuerza y brillaban. Dormían en la noche, mientras sus alas cubrían sus cuerpos como capas de un cazador.
— ¿Qué es eso?
Preguntó con sorpresa el diminuto pájaro, Fulim, ocultándose tras la orejas de Carin, quien en su estado actual parecía un zorro delgado y alto, de largas orejas levantadas, miraba al techo con sorpresa, igual de asustado que su diminuto amigo. No dijo nada, por temor a despertar a los seres, que aunque eran apenas tan grandes como Fulim, eran extraños... Nuevos.
— Se parecen a tí.
Comentó Laumer con un tono algo burlón, a lo que Fulim frunció el ceño mirando fijamente al gato.
— No son mis parientes, en mi vida los he...
Fulim enmudeció con temor al ver como algunos de los extraños capullos brillantes se movían, como si la respuesta del pequeño los hubiera alertado.
Dos pares de ojos se posaron en las luces del techo, conforme estas empezaban a girar y temblar, soltando unos extraños jadeos, que tras unos segundos se volvieron inaudibles. Antes de que ninguno pudiera reaccionar, las extrañas aves saltaron del techo, volando en dirección a los aventureros, soltando unos extraños e inaudibles chillidos.
— ¡Corran!
Gritó de repente el reflexivo Laumer, mientras erizaba su pelo en dirección a los extraños seres, que empezaron a revolotear por la oscura sala, iluminándola con su peculiar llama dorada, como persiguiendo a los intrusos. Los tres animales no tardaron en salir corriendo de la caverna despavoridos.
— ¡Ah! ¡Me han tocado!
Gritó aterrorizado el pájaro al sentir un golpe en su lado, que manchó sus plumas de extraños colores, sumamente vivos y variados, que antes, mientras la anterior figura se devolvía a las cavernas, ahora con su luz deshecha, teniendo unos colores oscuros y opacos. Los tres animales corrieron y corrieron hasta llegar a la entrada.
ESTÁS LEYENDO
Relatos varios
RandomFanfics, dedicaciones e historias que se me ocurren de vez en cuando. ¿Quieres una historia? ponte en contacto conmigo, y en una semana o dos, tendrás un bonito texto de dos a cinco páginas basado en tu pedido. Desde relatos cortos llenos de intriga...