"Haz muerto 5 veces, Yuno... 5 veces, y de todas ellas... Tú sigues aquí."
"¿Qué harás cuando tus pies no puedan salvarte?"
"Y lo ví. El hombre humano que no era humano en absoluto; Él... El que me llevará al infierno."
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La cama dio un brinco cuando de la nada, mi cuerpo se alzó. En medio de mucho silencio, solo se escuchaban mis latidos acelerados y mi desesperación para conseguir algo de aire.
Cuando todo parecía calmarse, pasé mis manos por mi cabello y como si estuviese lavando mi cara, la jale hacia arriba y abajo.
Odio ese sueño. Pensaba dando un largo suspiro.
Me aferre a mis sábanas, y cuando todo ya pareció en orden, me encontré con algo que no quería.
-¿Una pesadilla?- Menciono alguien en la oscuridad.
Di un pequeño grito y por instinto brinque y me escudé con las sábanas.
-Eeeeey, tranquilo... Soy yo.
-¿Quién?- Dije aún sobresaltado.
-Yop.
-¿Tú...?- Pronto reaccione y con molestia baje las sábanas.- ¡Tú! ¿Por qué estás aqui?
-Bueno, estoy buscando algo que ante la sociedad humana sea adecuado para ver cómo te dan un título y una corona que con el tiempo se desvanecerá.
-... Veo que no era broma lo de ir a la coronación.
-Exactamente.
-¿Y por qué no me avisaste antes..? ¡Además, no he dormido nada!
-Sí lo hiciste, solo tuviste una pesadilla.
Me callé ante la desinteresada actitud de mi diablo.
Un silencio, que a mí parecer fue incómodo, se hizo presente.
-Ah, y tu ropa interior es bastante cómoda. Tienes buen gusto.
-...
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-¡B-buenos días, su alteza!
-Buenos días.
-¿Por qué todos nos miran así?- Preguntó acercándose a mi oído.
-¿No es obvio?- El negó con la cabeza a lo que yo di un largo soplido de molestia.- "¡El príncipe heredero sale de su habitación con las prendas desarregladas, siendo acompañado por un muchacho con apariencia deshonrada y el cabello alborotado. Ambos con lo que parecen ser chupetones!" Eso le encantará a la prensa.- Mencioné imitando a quienes anunciaban los periódicos.
-¿A qué te refieres con apariencia deshonrada?
-A que pareces una prostituta.- Frío.
-Ah, ya veo.
Su actitud me pareció graciosa así que solo me carcajee un par de segundos.
-¿A dónde vamos? Si se puede saber y si el gran yuno quiere responder, claro.
