Start Over Again

5. Recaída

Start Over Again

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Recaída

Chris era un cirujano plástico excelente. Su desempeño era excepcional, y su técnica impecable. Los jefes estaban muy felices de haberlo contratado. El suizo además de cirujano plástico era otorrinolaringólogo, hecho que le daba mucho más peso a su carrera.

Sus días eran ocupados, pero cuando tenía momentos libres aprovechaba para visitar a Viktor y estar con él, después de todo había sido la principal razón por la que había decidido trabajar ahí. Así podría tener un ojo encima de ese supuesto destinado.

Por su parte, Yuuri se revolcaba en sus propios celos cada vez que iba a buscar a Viktor y se lo encontraba riendo y charlando con el suizo. Eso lo ponía de muy mal humor, cosa extraña en el siempre afable y profesional doctor Katsuki, pues incluso Yurio notó su cambio y se asombró mucho, era difícil que algo lo hiciera enojar así.

Christophe aún tenía sus reservas en cuanto a la relación extraña entre Viktor y su destinado, aún dudaba del médico y de sus intenciones. Y de lo que más dudaba, era del sentir de Viktor hacia ese japonés. No quería que su amigo accediera a vivir con él solo por ser destinados, quería charlar sobre eso y hacerle ver que, aunque fuesen destinados, si no lo quería, no estaba obligado a estar con él.

—Viktor, necesito hablar contigo —se sentó a su lado en el colchón, con una confianza respaldada por años de íntima amistad.

—Dime —sonrió al sentirlo cerca.

—Es sobre Yuuri.

El menor asintió, pero antes de que Chris pudiera continuar, alguien llegó a interrumpir.

—Buenos días. ¿Cómo te has sentido hoy, Viktor? —preguntó Katsuki, entrando sin tocar y con una seriedad impropia de él.

En ese momento Chris fue testigo del brillo que adquirió ese par de zafiros al observar a Yuuri.

Se quedó impresionado al ver el cambio que ocasionó en Viktor con su sola presencia en la habitación. En ese momento le quedó claro. Aunque su amigo no lo dijera con palabras, sus ojos hablaban por él. Lo conocía mejor que nadie y podía confirmarlo.

Decidió ponerse de pie y darle su espacio a Viktor, en especial porque empezaba a sentir cierto aroma a feromonas encolerizadas.

—Iré a ver a mis pacientes —se despidió de Viktor, hubiera querido darle un beso en la mejilla, pero se contuvo al sentir el humor del otro alfa.

—¿Todo bien? —inquirió Viktor al sentir la seriedad y el ambiente tenso.

—Sí —respondió antes de tallarse un ojo bajo las gafas.

—Te ves cansado.

—Solo un poco.

—No has ido a casa en dos días.

—¿Uhm? — se asombró. ¿Se había dado cuenta? ¿Cómo?

—Deberías descansar un poco.

Ahora sonrió. Viktor se estaba preocupando por él, eso lo hacía sentirse tremendamente feliz. Era la primera vez que demostraba ese ánimo y ese interés. Su estado anímico estaba mejorando, y tener ese sistema de apoyo que significaba Chris para él, parecía estar ayudándolo a salir adelante de esa etapa difícil que estaba atravesando.

—Tú también te ves cansado —se atrevió a decirle. Y es que desde que su rostro había vuelto a ser el mismo de siempre, notó que lo que no se iba eran sus marcadas y oscuras ojeras.