² ᴼᴺᴱ ˢᴴᴼᵀˢ // ᴬᴵᴰᴬᴺ ᴳ. ⁻ ᶠᴵⱽᴱ ᴴ.

𝟎𝟑𝟎: 𝐃í𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐮𝐞𝐫𝐭𝐨𝐬.

T/C: "Día de muertos".
Edad: 19 y 17 años.
→ Soft Love.
Aidan: En México para
día de muertos 💀🏵️.

(________)

Cerré la llave de la regadera y empecé a cambiarme ahí mismo.

- ¡______, falta media hora!.- gritó mi mamá desde la planta baja haciendo que casi me fuera de boca en la ducha.

- ¡Ya voy!.- contesté de vuelta mientras terminaba de colocarme mi playera manga larga.

Sonreí al verme al espejo, la ropa estaba desgastada, llevaba unos zapatos negros con tacón, pantalón negro rasgado y mi máscara de diablo. Hoy era un día especial en dónde dejaría el miedo atrás para poder avanzar. Tomé mi mochila para llegar hasta las escaleras en dónde noté a un hombre de edad avanzada, este me vió con una pequeña sonrisa que me hizo tener un Flashback.

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( « Flashback)

- Vamos cariño, espera a tu abuela junto con este señor.- asentí levemente ante el favor que pedía mi abuela a lo que me quedé sentada al lado de un señor que me dedicó una leve sonrisa, lo raro aquí, era triste.- Acompáñame.- pidió nuevamente mi abuela tomándome de la mano para acercarnos a un ataúd.

Era el entierro de un amigo de mi abuela y no podíamos faltar en compañía de su familia. Al acercarme me sorprendí al ver la mismo señor que estaba sentado a mi.

Voltee hacia atrás donde el mismo señor bajó la cabeza de forma cabizbaja, regresé mi mirada al cuerpo en el ataúd y luego donde mi abuela.

- Abuela...

- Tranquila ______.- pidió al ver que me estaba poniendo nerviosa. Soltó mi mano y se alejó, miré a mi lado y noté como el señor llegaba para mirase en el ataúd.

- Tu abuela y tú son las únicas que pueden verme.- murmuró triste.- ¿Puedes ayudarme?.- bajé la mirada.- Ella es mi esposa.- ladeó su cabeza en forma de señalamiento hacia una señora que lloraba en silencio entre varias personas. Solo asentí.- Estuvimos casados 23 años, y luego tuve que partirme tan de prisa que no tuve tiempo de despedirme de ella. No tuve tiempo de decirle lo mucho que la amo y ella encerio necesita escucharlo.- alcé la mirada para verlo.- ¿Me ayudas?.

- ¿Cómo sabrá que no miento?.- murmuré.

- Dile que siga bebiendo una copa de champán todos los viernes por las noches.- me susurró al oído.- Que siga encendiendo el fuego y que brindé ante el brillo de la luna como siempre lo hacíamos, y dile que nunca se sienta sola, así lo sabrá.- se separó notando como mi abuela sonreía en nuestra dirección. Giré sobre mis talones para caminar hacia la señora que al verme dejó de hablar con su familiar, suspiré acercándome a su oído para susurrarle todo que me había dicho su esposo fallecido.

Escuché sus sollozos sobre mi hombro a lo que lentamente me separé notando cómo veía a mi abuela sonreírle al aire. A paso lento me coloqué a un lado de ella.

- No lo entiendo.- murmuré hacia mi abuela quien solamente me dedicó una pequeña sonrisa.

- Lo sé ______, pero lo harás.- ambas miramos hacia el señor, el cual desapareció de nuestro campo de vista.

Sabía que a esa corta edad de apenas cinco años, eso me iba a dar miedo por mucho tiempo, claro estaba que no me iba a acostumbrar.